Si queremos que nuestro planeta sea más sostenible, tenemos que buscar la máxima sinergia entre los distintos elementos que lo conforman para conseguir mejoras significativas en materia de sostenibilidad.
Fuentes renovables, uso sostenible del suelo y protección de la biodiversidad: el concepto de agrovoltaica incluye todo esto, un enfoque innovador que permite una convivencia e interacción virtuosa entre la generación de energía solar y las prácticas agrícolas, con el fin de fomentar la creación de valor compartido con los cultivos, compartiendo la misma superficie.
Si hacemos un repaso a las energías menos contaminantes y que más relacionamos con la energía limpia, quizás una de ellas sea la que se genera gracias a las placas solares. Casualmente, estos elementos, en muchas ocasiones, se localizan en plena naturaleza, en espacios abiertos y en zonas donde se recibe una gran cantidad de energía solar. Es por ello que, gracias a estos lugares en los que se trabaja la parte agrícola, han decidido fusionarse con el objetivo de obtener un beneficio total para el planeta.
En términos simples, la energía agrovoltaica es aquella que une lo mejor de la energía fotovoltaica con la producción agrícola, de esta manera, es el beneficio generado por la sombra que crean los paneles solares y su aprovechamiento.
Consiste en aprovechar una misma superficie de terreno tanto para obtener energía solar como productos agrícolas.
UN ENFOQUE SOSTENIBLE EN LA AGRICULTURA
La energía generada con ayuda de las placas solares es, con toda seguridad, una de las menos contaminantes y más limpias.
Gracias a las placas solares, el suelo en el que se encuentran los cultivos se conserva con mayor humedad y protegido de la luz directa del sol. El ambiente es más fresco y, por lo tanto, el desarrollo de las plantas es más rápido. De otro lado, se favorece el autoconsumo fotovoltaico ya que, las placas solares cubren las necesidades energéticas de las explotaciones agrarias.
En 1981, Adolf Goetzberger, fundador del Instituto Fraunhofer para Sistemas de Energía Solar ISE, y Armin Zastrow fueron los primeros en proponer el concepto de uso eficiente de los recursos de tierra cultivable llamada Agrofotovoltaica (APV).
Lo más común es que se utilicen soportes fijos que elevan las placas a cinco metros de altura, suficiente para manejar tractores bajo las estructuras, aunque hay otras opciones: paneles sobre invernaderos y sujetos por un sistema de cables que permite moverlos.
Si tan solo el 1% de la superficie usada para la agricultura en el planeta se combinara con la producción de energía solar, se conseguiría cubrir la totalidad de la demanda mundial de electricidad.
VENTAJAS PARA EL APROVECHAMIENTO DE RECURSOS
La protección frente fenómenos atmosféricos (granizo o inundaciones) o dar cobijo frente al sol, es muy beneficioso para el suelo agrario porque disminuye la evaporación y, además, reduce los gases de efecto invernadero.
El principal beneficio de la agrovoltaica es el doble uso del terreno para la agricultura y la energía, aliviando la presión sobre los ecosistemas y la biodiversidad. En zonas de altas temperaturas, el hecho de que haya vegetación bajo los paneles solares permite que los paneles no se recalienten tanto y ofrezcan una eficiencia mayor.
Incluso, si no fuera posible instalarlos en campo abierto, se pueden agregar paneles solares a los invernaderos. Según los últimos datos, la agricultura basada en invernadero produce 10 veces más alimentos que el cultivo en un campo abierto, pero puede requerir 10 veces más energía que podría ser solventada por la fotovoltaica.
BENEFICIOS
- Reducción de la huella de carbono en el sector agrícola.
- Permite aprovechar al máximo la energía solar.
- Aumenta la productividad del terreno.
- Empleo e impacto positivo para las zonas aisladas
En conclusión, la agricultura tradicional se adapta al siglo XXI y convive con energías renovables.
La transición energética hacia fuentes de generación de energía limpia representa también una oportunidad para mitigar los efectos de la crisis climática en la agricultura, preservar la biodiversidad y fomentar nuevas oportunidades de participación activa tanto de ciudadanos como de empresas. Este es el caso de la agrivoltaica, una nueva frontera para las energías renovables.
POR JAVIER LÓPEZ CASARÍN
EXPERTO EN INNOVACIÓN
PAL