El calendario electoral se ha actualizado. Las precampañas no iniciarán a finales de año. Ya empezaron. La ley electoral es el hazmerreír de los partidos y políticos. Todos se burlan de ella. Unos y otros simulan.
Si Morena está en su proceso para elegir candidato presidencial, disfrazado de Coordinador de los comités en defensa de la 4T, la alianza Va Por México también tiene su forma de engañar: organizarán su consulta para elegir Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio Opositor. Unos y otros hacen trampa.
Están en la búsqueda de poder y todo se vale. La alianza PAN-PRI-PRD presentará hoy el método para elegir a su aspirante presidencial, basado en elecciones primarias, encuestas y el requisito de recabar miles de firmas. Organizarán foros y pasarelas que serán actos de precampaña, tal y como en Morena llevan a cabo Asambleas informativas que en realidad son mítines.
Vivimos en junio de 2023, pero como si estuviéramos en pleno 2024 electoral.
Cualquier crítica hecha al proceso interno de la 4T por los presidentes del PAN, PRI y PRD, se cae a pedazos. Su Frankenstein es aún más complejo y enredado.
Morena definió 70 días de recorridos (campaña), cinco encuestas –una del partido y cuatro de empresas privadas- a finales de agosto, y tener resultados el 6 de septiembre. Tres pasos que cualquiera comprendería.
La oposición no pudo siquiera ser clara. Su método transgrede la legislación electoral -cosa que ya a nadie alarma- pero además confunde hasta a los aspirantes a la candidatura.
El primer requisito es presentar 150 mil firmas. Alguien deberá validarlas, revisar que no sean duplicadas o inventadas. ¿Quién garantizará eso? ¿Con qué padrón? qué pasará si un ciudadano firma para dos aspirantes? Los que consigan las firmas, pasarán a un Foro. Luego, se levantarán tres encuestas: en tierra, digital y telefónica, para determinar quiénes son los tres más competitivos. Esa tercia pasaría a la siguiente etapa. En paralelo se formaría un comité –con integrantes de las cúpulas de partidos y “representantes de la sociedad civil”-, que organizaría elecciones primarias.
A la par, se llevarían a cabo cinco foros en los que no podrán hablar de propuestas, pues la ley no lo permite. ¿De qué hablaran, entonces? Después se aplicaría una última encuesta a la que se le asignaría un valor de 50%, y el otro 50% se otorgaría a los resultados de las elecciones primarias. Vaya caos.
Al ganador le darían el título de Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio Opositor, que en realidad sería el candidato presidencial. Con ese enredo quieren competir. Lo están haciendo ya, pero en la pista de la simulación.
-Off the record
Xóchitl Gálvez, sube como la espuma. No solo es la percepción, también las encuestas en las que crece. Su llegada a la carrera presidencial inyectaría interés ante lo anquilosado de otros aspirantes, aunque vaya a una batalla cuesta arriba. La senadora, que podría traer –según todas las encuestas- la candidatura a la Jefatura de gobierno en la bolsa, sigue deshojando la margarita. No ha dicho que va por la Presidencia, y aun así le llueven apoyos. Su presencia no gustó en el equipo de Lilly Téllez, quien pierde impulso. Si Xóchitl se decide, será la candidata más popular que la oposición pueda tener. Otra cosa es que le alcance para ganar.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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