México se ve como un país esencialmente turístico y petrolero, como un vecino y socio de Estados Unidos y de Canadá, con producción y exportación de petróleo, maquilador de diversos productos de escala mundial —como el sector automotriz—, inventor y exportador de talentos científicos —medicina, construcción, diseño, moda, cultura, etc.—.
Otra fortaleza notable es el turismo: con sus playas, mares, naturaleza, comida, patrimonio cultural, arqueología, alegría y fraternidad de su pueblo.
Ahora pensemos un poco en lo que ya sabemos: el turismo y el petróleo como principales ingresos del país. Pero debemos considerar que el turismo va en aumento y, en cambio, el petróleo se seguirá extinguiendo; además, siempre dependerá de otros factores como guerras, pandemias, caídas de bolsas y monedas etc.; para saber qué precio tendrá debemos esperar día a día a saber qué dicen los países árabes y los agentes del poder global.
Sin embargo, tenemos una firme y extraordinaria fuerza aún poco explotada (en el buen sentido): el turismo cultural y su patrimonio material e inmaterial. Por ejemplo, existen diversas culturas en el territorio nacional con datos antropológicos, etnológicos, históricos, música, bailes, creencias, sabiduría medicinal y más, todo esto aún con poca difusión; con la excepción, hoy en día, del gran proyecto Tren maya, el cual abrirá un mundo de difusión sobre la cultura de nuestro sureste, esperemos que continúen estos proyectos turísticos-ferroviarios como puede ser con un próximo Tren huasteco.
También tenemos miles de monumentos históricos, esculturas, pinturas a las que les falta más restauración y preservación constante, así como cientos de sitios y zonas arqueológicas (más de 200 mil) que aún están ocultas y que requieren salir a la luz.
Cómo verían que el gobierno priorizara —en sus tres niveles— y le dieran uno de los cinco mayores presupuestos gubernamentales de forma permanente, así como presupuesto prioritario para difusión y hubiera participación de la iniciativa privada para nuestra cultura y nuestro turismo. Sería fantástico decidirnos como país a ver el futuro que ya es presente y que se basa en la historia, para dar la mayor economía sana que puede tener una nación, en la que podamos propiciar un crecimiento sostenido de ciudades históricas y de su cultura para generar empleo y bienestar firme por todo México, sería la mejor inversión y, más, si sabemos que el petróleo no es para siempre. El turismo y su patrimonio cultural sí lo es, ¡cuidémoslo y aprovechémoslo!
Twitter Político: ( @jcmachinena )
Estados como San Luis Potosí, hoy están en la mente de mexicanos y extranjeros para visitar parajes naturales en su huasteca; cascadas, ríos, cuevas, el Altiplano y su desierto, pueblos mágicos, centros históricos, etc.
Gracias por sus felicitaciones e ideas por el nombramiento como secretario de Turismo de San Luis Potosí que me otorgó el gobernador del estado, Lic. Ricardo Gallardo Cardona.
DESDE SAN LUIS DE LA PATRIA
POR ARQ. JUAN CARLOS MACHINENA MORALES
PAL