APUNTES DE GUERRA

Los tiempos adelantados del señor

Al menos en lo que a las formas y la imagen respecta, Morena logró sus objetivos: proyectar disciplina y apego a las reglas y a los tiempos

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de México
Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El domingo pasado, Morena estableció finalmente las reglas bajo las cuales se definirá su candidatura a la Presidencia de la República. Entre gritos de “¡unidad, unidad!”, el partido en el poder presentó a sus seis aspirantes (cuatro internos y dos de partidos aliados) en una especie de silenciosa y a la vez bulliciosa pasarela, para que atestiguaran la lectura del reglamento de juego: cinco encuestas, cero debates, recorridos austeros por el país, fechas definitivas para encuestas y el compromiso de aceptar los resultados. Ah, y una limitante: no conceder entrevistas a “medios contrarios a la 4T”, lo cual más que censura, suena a autolimitante.

  El acto “histórico” (adjetivo que será de frecuente uso en las próximas semanas) fue ordenado y terso: no hubo recriminaciones, al menos no públicas, y se logró el objetivo central de plantear piso parejo a los aspirantes, requisito indispensable para evitar fracturas antes y durante el proceso.

Al menos en lo que a las formas y la imagen respecta, Morena logró sus objetivos: proyectar disciplina y apego a las reglas y a los tiempos (esos “tiempos del señor” a los que se refirió hace poco uno de los aspirantes) y marcar también ortodoxia en las formas y el fondo, que son los del Presidente. Desde los tiempos del priismo más rancio no se veía algo tan ordenado y coreografiado, me hizo recordar la pasarela de presidenciables orquestada por Miguel de la Madrid, en 1987.

De hecho, si todo y todos se apegan al guión establecido, está sucesión presidencial podría ser la más suave (y la más priista) desde que José López Portillo ungió al propio Miguel de la Madrid como candidato y sucesor casi automático. En los siguientes relevos, Miguel de la Madrid enfrentó resistencias a la candidatura de Carlos Salinas de Gortari, que incluyeron un intento de falso madruguete el día mismo del destape y, mucho más relevante, la rebelión de la Corriente Democrática  del PRI que hizo candidato opositor (y casi triunfador) a Cuauhtémoc Cárdenas.

Salinas manejó expertamente el proceso de selección de su sucesor, pero se atravesaron la tragedia y las manos criminales que asesinaron a Luis Donaldo Colosio. Su reemplazo, Ernesto Zedillo, no era el más deseado por Salinas y le declaró la guerra tan pronto tomó posesión. Esa fue la última vez que un Presidente en funciones pudo designar a su sucesor.

Así dan de vueltas la historia y las historias, queridos lectores. No digo que estemos en los tiempos priistas ni que esto vaya a ser un dedazo (de hecho nunca he creído en el mito del dedazo), pero sí veo que hoy el Presidente de la República tiene tanto o más poder y control político que los de aquellos tiempos.

Para mi siguiente entrega dejaré un tema que no es nada menor: ¿se estará violando la ley electoral con estas precampañas tan adelantadas, tanto de Morena, como de algunos opositores?

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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