TRES EN RAYA

Ensayando para el 24

López Obrador no quiere pasar la presidencia de la Alianza del Pacífico

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

López Obrador no quiere pasar la presidencia de la Alianza del Pacífico, como corresponde, a la actual presidenta del Perú Dina Boluarte. El liderazgo de él al frente del mecanismo de cooperación internacional terminó en enero de este año y ahora le corresponde el turno al país andino.

Sea porque “le cayó como anillo al dedo” el cuasi golpe de Estado que quiso dar Pedro Castillo cuando todavía era presidente de Perú o porque no lo permitió la vicepresidenta y el Congreso de dicha nación o porque después de la intentona Castillo terminó en prisión o porque de no haberse dado lo anterior de todas maneras hubiera encontrado otro pretexto, el hecho es que AMLO no quiere pasar la estafeta de la Alianza del Pacífico.

Dicha actitud es autoritaria y atenta contra la Alianza. La rotación y la definición de Perú como nación que sucede a México en la presidencia del mecanismo se toma entre los mismos países miembros y no de forma unilateral como lo está haciendo Andrés Manuel.

Como prueba de su actitud anti institucional, este pasado lunes López Obrador afirmó que consideraría entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a Chile o a Colombia, pero no a Perú. ¿La razón? Su obcecada intromisión en la libre determinación del Perú. Dicho por él: “no le puedo entregar nada (a Boluarte) porque ella no es legal y legítimamente, para nosotros, presidenta del Perú”. Ante ello, diversos países miembros de la Alianza han alzado la voz. Hacen ver — entre otras cosas— que la presidencia del mecanismo se otorga al país, no al individuo que lo encabeza como líder de nación.

Los mexicanos en particular debieran de tomar nota. Nuestro jefe del Ejecutivo federal ensaya para desconocer los resultados electorales del 2024 y no pasar la batuta; en una de esas ni siquiera a la corcholata que haya abanderado a la 4t. Si no quiere entregar una posición —hasta cierto punto insignificante—, ¿cómo creer que entregará la de jefe del Estado Mexicano?

López Obrador aspiró a ser el líder de ‘una América Latina de izquierdas’ (dado el gran número de gobiernos que se inclinan de ese lado del espectro político). Pero en la práctica ha sido Lula da Silva en Brasil quien sin aspavientos ha tomado ese liderazgo. Otros que han hecho saber su postura son Gabriel Boric de Chile y Gustavo Petro de Colombia. El segundo apoyando a AMLO para que la presidencia de la Alianza no vaya a Perú; Boric pidiendo que los miembros de la Alianza decidan, pero haciendo hincapié en que los absolutismos ‘se asoman’ en la zona, señaladamente con la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua.

Todo indica que lentamente se incrementarán las voces en América Latina que señalen a López Obrador como autoritario e injerencista, especialmente si continúa aferrándose a la presidencia de la Alianza. ¿Pero en México qué pasaría si en el 2024 López Obrador no entrega la titularidad del poder Ejecutivo? Me temo que no habrán protestas masivas como sí se dan en otros lados de América Latina; digo, si la clase media en muchos casos ni siquiera sale a votar (o se abstiene), con mayor razón no querrá salir a tomar las calles. Y me parece que AMLO cuenta con eso.

¿Qué pasará si la oposición gana legalmente en el 2024? ¿Lo aceptará López Obrador? ¿Qué sucederá si gana el o la candidato de Morena pero esta o este “se emancipa”? ¿Entregará la Presidencia de México conforme a los tiempos, la normativa y la voluntad ciudadana? ¿O buscará mantenerse en el poder?

López Obrador insiste en ser injerencista cuando le conviene, mentiroso consumado casi a diario y un gobernante autócrata cada vez en mayor medida. Está ensayando para el 2024. La pregunta —urgente— es: ¿qué podremos hacer al respecto?

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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