La paz es un espacio ciudadano de la convergencia. En contraste con narrativas y acciones violentas y descalificatorias, el programa Sí al Desarme Sí a la Paz ha sido simbólica y materialmente exitoso, especialmente en la CDMX.
Uno de sus módulos estelares se ubica en la Basílica de Guadalupe. El programa reunió esta semana a un grupo de actrices, actores, cantantes y empresarios del Centro Histórico que se sumaron como Embajadores de la Paz, mientras algunos actores partidarios citadinos, en el intento de omitir sus responsabilidades con sistema de procuración de justicia, se concentran en ser más furiosamente demagógicos que aquellos que critican.
Entre 2019 y este año han sido canjeadas más de ocho mil 29 armas, cortas, largas —entre ellas un mortero—, granadas, un millón de municiones y hasta cartuchos de dinamita. Es el mismo periodo en el cual los homicidios dolosos bajaron 52 por ciento en una tendencia sólidamente establecida desde 2019.
¿Cómo llegaron las armas a los hogares? Es una pregunta a la que no busca atender un programa en el cual se reciben armas de propietarios anónimos. La estrategia busca recompensar el interés familiar, doméstico, por desarmarse, un elemento central en la política de seguridad ciudadana instrumentada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Esa lógica de operación es promovida por el secretario de Gobierno, Martí Batres, quien encabeza el programa, y una diversidad de instancias como la Iglesia católica, el Ejército, el DIF, la SSC y el Consejo Ciudadano de la CDMX.
Destacadamente Norma Lazareno, entre otras actrices, actores, empresarios, se integraron como promotores de la paz y el desarme, durante la jornada de canje en la Basílica, atestiguada por el rector Monseñor Salvador Martínez Ávila y el alcalde en Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil, quien puede reportar que la incidencia de secuestro contrastando cuatrimestre de 2023 contra mismo lapso de 2019 es cero. Redondo y bueno.
Y el destino del material recolectado es visible. En 2019, el Consejo Ciudadano convocó el primer concurso de escultura con material ferroso producto de las armas destruidas; el resultado fue Molino para la Paz, una obra localizada en el cruce de Paseo de la Reforma y el Eje Vial Manuel González.
Este año ya se convocó al segundo concurso, con el tema “Cultura de la paz y no violencia”. Con las 3.7 toneladas de material reunido será diseñada la escultura ganadora. Nueva visibilización escultural a premiarse con 200 mil pesos para el o la artista ganadora. La convocatoria está disponible digitalmente y en carteles en escuelas de artes plásticas.
El canje ha permitido una disminución superior a 50 por ciento en homicidios cometidos con armas que estaban en los hogares, estima la autoridad, y que forman parte de aquellos derivados de riñas vecinales.
Incluyente el evento encabezado por Batres: revelador de su competitividad política y operativa.
Salvador Guerrero Chiprés
COLABORADOR
@guerrerochipres
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