LA FIESTA DEL SIGLO

Los príncipes se convierten en sapos

Lo que puede suceder… a la mañana siguiente de una historia que parecía de cuento y que en realidad no lo era

OPINIÓN

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Rudy Tercero / La fiesta del siglo / Opinión El Heraldo de México
Rudy Tercero / La fiesta del siglo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hace mucho, había un príncipe en un reino muy lejano al que le gustaban las fiestas y gozaba entretener a sus invitados hasta altas horas de la noche. El rey y la reina sabían que su hijo estaba destinado a cosas muy grandes, sin duda, el joven y apuesto príncipe tendría un futuro aún más brillante que su armadura.

Una noche se celebró un baile en el reino, asistieron a la fiesta los mejores DJs y las luces robóticas brillaban deslumbrando a los invitados. Ríos de botellas de alcohol correrían esa noche, el sofisticado audio pondría a bailar a todos los invitados y beberían hasta perder la razón.

Varias copas después, se acercó a nuestro apuesto príncipe una doncella igualmente alcoholizada, sus miradas se encontraron, la adrenalina recorrió sus cuerpos, la lujuria asomó su cabeza cual dragón enfurecido, sus ojos se encendieron y el desenfreno del que eran presas por el exceso de alcohol los llevó a aventurarse el uno al otro en el dormitorio más cercano, no sabía su nombre ni si la volvería a ver, pero en este momento el príncipe pensaba “you only live once”

Lo que sucedió después aún es un misterio, nadie sabe, nadie supo, ni los mismos involucrados saben los detalles de lo que aconteció aquella noche. Cuando los primeros rayos de sol entraron por la ventana despertaron uno junto al otro sin recordar, quizás sólo algunos flashazos. ¿El encuentro había sido romántico, consensuado, ambos estaban dispuestos a ello o quizás en algún momento hubo un intento de frenar aquella locura? 

Al momento de mirarse el uno al otro sólo pudieron ver un par de sapos, los personajes idílicos de la noche anterior dejaron de existir, la cruda moral se apropio de ellos y comenzaron a vislumbrar la cantidad de problemas que se avecinaban. La doncella además, no había avisado a nadie de su ausencia lo que provocó alarma entre todos los familiares y vecinos de la comarca. Sin duda habría consecuencias terribles.

Al día siguiente el príncipe fue acusado de violación, el hecho de haber llevado a cabo este acto en total inconsciencia lo orilló a no detenerse cuando se le pidió que lo hiciera, y lo peor es que ni siquiera lo recuerda. Cuenta la leyenda que ni el rey ni la reina pudieron salvar a su hijo, el reino quedó devastado por la tristeza y el príncipe pasó largos años de su vida en el calabozo perdiendo así los maravillosos años de su juventud.

Esto que narré no es un cuento, es muy común que los jóvenes se involucren en actividades sexuales completamente alcoholizados o drogados. Platicando con un abogado me comentó que estaba llevando en este momento al menos ocho casos de jóvenes acusados de violación o acoso. Hoy en día, cuando un hombre es acusado de este tipo de delitos, tiene el 80 por ciento perdido y un pie en la cárcel, según me comentaba el abogado.

Jóvenes por favor, la fiesta es increíble, ligar y pasarla bien también, pero si se van a involucrar con otra persona a este nivel les recomiendo que sea en sus cinco sentidos.

POR RUDY TERCERO

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MAAZ