DESDE AFUERA

Inflación ¿integración?

Desde el punto de vista mexicano la nueva iniciativa debería ser vista como una expresión política de solidaridad o declaración de simpatía

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el promotor de un frente común latinoamericano para reducir las presiones inflacionarias mediante acciones coordinadas, en favor de los más vulnerables. En términos reales, sin embargo, es más, mucho más una expresión de interés político que de posibilidades económicas.

Los primeros convocados para iniciar lo que por ahora parece una organización simbólica, fueron Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Venezuela y Honduras. En sí, parecería una lista reducida de miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), o con la excepción del gobierno cubano, un presunto encuentro de líderes de la ahora llamada "Marea Rosa".

La excepción cubana simplemente es por la antigüedad de su proclamación como gobierno socialista desde 1962.

Desde el punto de vista mexicano la nueva iniciativa debería ser vista como una expresión política de solidaridad o una declaración de simpatía: en principio, la inflación que el país exporta o importa en su relación comercial con esos países es relativamente pequeña.

De hecho, según las estadísticas, el comercio entre México y sus vecinos de Norteamérica excede, y con mucho, el intercambio de México con todos los países latinoamericanos y caribeños juntos.

El comercio de bienes y servicios de EU con México totalizó un estimado de 677.3 mil millones de dólares en 2019. Las importaciones fueron de $289.5 mmdd; las exportaciones fueron de 387.8 mil millones. Ningún país de la región rebasó el uno por ciento del total del comercio mexicano.

Esa proporción ha sido similar por décadas. Ya en 1987 el distinguido diplomático mexicano Carlos Rico lamentaba la falta de importancia del comercio con la región a diferencia del que se hacía con Estados Unidos.

El argumento anti-inflacionario, sin embargo, tiene validez por cuanto afecta a los grupos más humildes, y medidas en grupo pueden ser efectivas para recortar algunos precios. A niveles nacionales ayudaría a Argentina, Cuba y Venezuela. El hecho es que mientras la inflación en Brasil, la mayor economía latinoamericana, estaba en 5.62%, en México, la segunda, está en porcentaje de 6.58% y una tendencia a la baja.

Cuba es uno de los países con mayor inflación registrada, con una tasa de casi 40% en 2022.

En Argentina, sin embargo, la tasa anual era ya de cien por ciento, mientras Venezuela terminó 2022 con una inflación de poco más de 300%, que en febrero pasó a 537%.

Colombia estaba en 4.6% acumulado en 2023 y Bolivia se ubicaba en 3.5%.  En Chile se consignaba una inflación anual de 13% y en Belice ha oscilado por debajo del 11% anual durante una década. Honduras está en una situación similar.

En ese marco, la propuesta y la convocada reunión de presidentes latinoamericanos de mayo en Cancún aparecen como un nuevo intento del gobierno López Obrador por ponerse a la cabeza de un movimiento.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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