APUNTES DE GUERRA

¿Impunidad para Trump?

Llama la atención que sea el caso más endeble y sujeto a interpretación el primero en presentarse, de todas las cosas por las que se le puede acusar

OPINIÓN

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Gabriel Guerra / Apuntes de Guerra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Algo huele muy raro en los pasillos de la ley y el orden estadounidenses, y no, no es el hedor de un hombre que pública, notoria y desvergonzadamente ha violado la ley en múltiples ocasiones, sino el de un aparato de procuración de justicia que podría permitirle salirse con la suya.

El día de hoy, martes 4 de abril, Donald Trump comparecerá ante un juez para que le lea los cargos que en su contra ha presentado el fiscal del distrito de la corte del sur de NY, Alvin Bragg.

Si bien los cargos están todavía sellados, se sabe que están relacionados con el pago de 130 mil dólares que hizo un abogado de Trump a Stormy Daniels, una ex modelo y actriz de películas pornográficas, a cambio de su silencio sobre su relación con el entonces aspirante a la presidencia.

La presentación del acusado ante el juez será todo un espectáculo, si bien estará exenta de algunos momentos que probablemente el mismo Trump habría deseado para fines propagandísticos: ni lo esposarán ni deberá esperar en una celda mientras lo mandan llamar a la audiencia. La otra cosa inusual es que Trump contará en todo momento con la protección de los agentes del Servicio Secreto que como expresidente tiene asignados.

Más allá de las prerrogativas propias de su condición, hay varias cosas no parecen ser del todo casualidades. Primero, la tardanza enorme de la fiscalía, que ha decidido presentar su acusación cuando varios de los probables delitos ya han “caducado”: como señala Elie Mystal en un revelador reportaje en The Nation, tanto el de evasión de impuestos como los de fraude fiscal y violación de financiamiento de campaña ya sobrepasaron el término legal, lo cual los coloca en el espinoso y resbaladizo terreno del criterio del juez y el jurado. 

Llama también la atención que sea el caso más endeble y sujeto a interpretación el primero en presentarse, de todas aquellas cosas por las que se puede acusar formalmente a Trump: desde la vigente investigación por prácticas fraudulentas en sus negocios (en NY); la indebida presión que ejerció, siendo presidente, sobre funcionarios en Georgia para que alteraran los resultados de la elección presidencial; o su papel como incitador de la mal llamada “insurrección” o asalto al Capitolio en Washington DC, el 6 de enero de 2021.

Cualquiera de esas tendría mayores probabilidades de éxito que esta que, de acuerdo con analistas judiciales estadounidenses, difícilmente llegará a buen puerto.

Lo que sí es seguro, es que, tanto las escenas de Trump en el juzgado, como el inicio del que será un proceso largo y enredado, le garantizan alta visibilidad mediática y la posibilidad de jugar a ser la pobre e inocente víctima de lo que él llama una “cacería de brujas”.

¿Le alcanzará con eso para la postulación del partido Republicano o, por inconcebible que parezca, para ganar la presidencia? Imposible predecirlo, pero no tengo la menor duda de que, lo de hoy, le ayuda mucho más de lo que le perjudica.

 

POR GABRIEL GUERRA
COLABORADOR
GGUERRA@GCYA.NET
@GABRIELGUERRAC

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