El agua es el oro líquido, un recurso natural indispensable para la vida de todas las especies; es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía, la producción de alimentos, los ecosistemas y la supervivencia de los seres humanos. El agua también forma parte fundamental de la adaptación al cambio climático, y es un importante vínculo entre la sociedad y el medioambiente.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2 mil 200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura; casi 2,000 millones de personas dependen de centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua; 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas, y la agricultura representa 70% de la extracción mundial de agua.
En el caso de México, según datos del Banco Mundial, la disponibilidad de agua ha disminuido drásticamente a lo largo de las últimas décadas. Mientras que en 1960 la disponibilidad promedio anual per cápita era de 10 mil metros cúbicos, para 2012 alcanzó los 4 mil metros cúbicos, y es posible que para 2030 esta cifra se ubique por debajo de los 3 mil metros cúbicos por habitante..
Recientemente, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer que alrededor de 12 millones de mexicanos carecen de acceso al agua potable. Agregaron que se requiere contar con una legislación acorde con la problemática por la que estamos pasando, y en consecuencia hace falta crear medidas de monitoreo de las concesiones, así como la evaluación y determinación de cuencas a nivel nacional y el uso de tecnología de monitoreo para identificar las fugas en los sistemas de tuberías. La crisis hídrica exige vías efectivas, equitativas y justas para resolverla. De esta solución dependerá el impulso al crecimiento económico sustentable, el bien común y la justicia ambiental en el país
En el mes de marzo, con motivo del Día Mundial del Agua, presenté una Iniciativa a fin de que en la Ley de Aguas Nacionales se legisle textualmente que los concesionarios, principalmente las industrias que causan mayor impacto medioambiental, reporten los volúmenes de agua que les fueron asignados y su disposición final, esto para hacer del conocimiento público los datos mensurables y objetivos sobre el aprovechamiento del agua concesionada, usada y contaminada por parte de tales industrias, y que sirvan como fundamento para que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) esté facultada para disminuir los volúmenes no explotados.
Sin duda, la información fidedigna es clave para que como sociedad podamos administrar de mejor manera este vital recurso. Gracias a esto, la Conagua podrá evaluar y ajustar de mejor manera la concesión o asignación de aguas nacionales.
Nos estamos acabando el mundo y con él nuestro invaluable recurso, por eso es menester contribuir a darle un respiro, y qué mejor que garantizando el acceso, disposición y saneamiento para consumo personal y doméstico en forma salubre y asequible.
El agua es el principal motor de este mundo y nos toca cuidarla porque se acaba. Sin azul no hay verde; sin el azul simplemente la vida no existiría en el planeta.
POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR HIDALGO
@MARIAMERCEDG
LSN