La recta final para elegir al candidato de Morena ha comenzado, y con ello se ha intensificado la difusión de las y los posibles perfiles, todos los días sus equipos y estrategas tratan de diferenciarse unos con otros, con un sólo objetivo: ganar la postulación para la candidatura presidencial.
Sin embargo, el debate se ha tornado únicamente sobre quién es la candidata o el candidato más cercano o a quién quiere más el Presidente. Mientras esto sucede, se está perdiendo la oportunidad de discutir los temas de fondo, como son los proyectos, las ideas, las acciones que han llevado a cabo y el proyecto que tienen para la consolidar la transformación del país.
En las últimas semanas, han “aparecido” diversas notas, así como pautas publicitarias en diferentes plataformas, acusando a Marcelo Ebrard como un neoliberal cercano a intereses contrarios al Presidente de México, y se duda de su lealtad para continuar con la transformación. Este tipo de discursos propagandísticos y de mala fe son de extrañarse, sobre todo si entendemos que “a los políticos se les debe juzgar por sus hechos, no por sus intenciones”, como ya lo señala Jesús Silva Herzog.
En un contexto hostil como el ya descrito, aprovecho este espacio para, a continuación, exponer y desmentir cada uno de los puntos propagandísticos difamatorios en contra del canciller Marcelo Ebrard:
1. “Ebrard no continuará el proyecto”. Marcelo Ebrard ha sido el único sucesor político del presidente Andrés Manuel cuando fue jefe de Gobierno; y hay que decirlo, Marcelo no solamente continuó con la transformación, sino que la profundizó, prueba de ello son las políticas públicas que implementó en su sexenio y que hoy son ejes rectores e insignias de la 4T, como es el caso de las becas universales en nivel medio superior.
Aunque poco se recuerde, Ebrard fue secretario de Seguridad Pública, y secretario de Desarrollo Social. Durante su sexenio, jamás hizo una acción o una omisión que pueda hacer suponer, siquiera, que puede traicionar la transformación.
2. “Ebrard “coquetea” con los enemigos y la mafia del poder”. Mientras para algún sector es un escándalo que Marcelo Ebrard se pueda reunir con ciertos personajes de la oposición como Samuel García en su visita de trabajo a Nuevo León; Adán Augusto o Claudia Sheinbaum son aplaudidos cuando se reúnen con los opositores, como sucedió hace unos días en Yucatán. Aunado a ello, no deja de sorprender que mientras el Presidente de México creó un consejo asesor empresarial, el cual incluye a las personas más ricas del país, para algunos sea una crítica una visita de trabajo del canciller, lo que demuestra que “no se mide con la misma vara” y se trata de infundios hacia él.
Cabe señalar que, contrario a la narrativa que se quiere difundir, Ebrard luchó frontalmente contra los poderes fácticos de este país, como fue el caso de la Iglesia, cuando se aprobó el derecho a decidir de las mujeres, o el caso del sector conservador, incluyendo al expresidente Felipe Calderón, cuando se aprobaron los matrimonios entre personas del mismo sexo.
3. “Marcelo es neoliberal”. Esta afirmación viene de un sector del movimiento que parece haber olvidado el pasado o tener memoria selectiva. Recordemos que Marcelo Ebrard durante su sexenio siempre buscó privilegiar la continuidad del proyecto, continuó con políticas públicas sectoriales en beneficio de los más olvidados y marginados de la ciudad, y lo mejor de todo esto, es que lo hizo acompañado de quienes hoy integran el gabinete del Presidente. Por ejemplo: Rosa Icela Rodríguez fue coordinadora general del gabinete de Seguridad Pública, Martí Batres fue secretario de Desarrollo Social, Ariadna Montiel se desempeñó como directora general de la Red de Transporte de Pasajeros de Distrito Federal, Jorge Arganis Díaz fungió como secretario de Obras y Servicios de la ciudad, y Laura Velázquez, como secretaria de Desarrollo Económico.
4. “Ebrard es el menos cercano al Presidente”. Su relación data de los años 80, poco se recuerda que Marcelo fue clave en el debate sobre el Fobaproa y su presencia fue tan incómoda al régimen que lo terminaron destituyendo de la comisión legislativa. Mientras Ebrard en el 2000 ya luchaba de la mano de Andrés Manuel, algunos combatían frontalmente al hoy Presidente en Tabasco.
En resumen, toda la propaganda injuriosa contra Marcelo Ebrard carece de fundamentos y los hechos la contradicen. Lo preocupante es que en el mediano plazo esta ofensiva se incrementará mientras la dirigencia de Morena no instale una mesa para establecer reglas claras y transparentes. Vendrán semanas definitorias en la sucesión presidencial, ahí cada personaje mostrará su experiencia, capacidad de articular ante la adversidad y su inteligencia Ebrard, ahí, tiene las de ganar.
Daniel Sibaja
Diputado Local del Estado de México
@DanielSibaja_
MAAZ