LA ENCERRONA

Una victoria para México

“La GN debe ser civil, disciplinada y profesional, y debe estar adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública”. Jorge Pardo

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de México
Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Sabemos que el ejercicio del poder puede llegar a ser adictivo y, proporcionalmente, desgastante. Podríamos hacer el parangón con la victoria, triunfar (en lo que sea), también genera un placer poco descriptible. Quien entiende a la perfección esta sensación es López Obrador, quien había ganado todo en este sexenio, hasta hace unos meses todo era coser y cantar. La reforma al INE, junto con el Plan B, le propinaron un revés en varias dimensiones. Ahora, el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha resuelto como inconstitucional trasladar a la Guardia Nacional al mando total de las Fuerzas Armadas, otra derrota más.

Los ministros que votaron a favor del decreto realizado y expuesto por Juan Luis González Alcántara, fueron Alfredo Gutiérrez, Luis María Aguilar, Jorge Pardo, Margarita Ríos Farjat, Javier Laynez, Alberto Pérez Dayán y de la presidenta de la Corte, Norma Piña; las ministras y el ministro que votaron en contra fueron Loretta Ortiz, Arturo Zaldívar (quien además defendió con mucho ahínco la propuesta del presidente) y, -copiando el sentido del voto-, Yasmín Esquivel. Con esto queda aprobado la invalidez de porciones normativas de un artículo de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; de siete de la Ley de la Guardia Nacional; de dos de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y de uno de la Ley de Ascensos y Recompensas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos; todas, en materia de la GN y seguridad pública.

Ahora bien, a nadie le gusta perder y mucho menos a las personas que ostentan el poder. Por lo que el presidente no ha digerido bien esta derrota. En su conferencia matutina ha criticado duramente a la Corte: “Ocho ministros de la Suprema Corte, con excepción de tres, actuaron de manera facciosa y no con criterio jurídico sino político, defendiendo las antiguas prácticas del régimen autoritario y corrupto”. Aunque sabemos que en cada revés que ha sufrido el mandatario mexicano el acto seguido el el vituperio y el señalamiento de “fifís, conservadores” y demás, sorprende que en esta ocasión se haya lanzado en contra del máximo órgano de justicia, contra un Poder equivalente al Ejecutivo.

De esto se trata la División de Poderes (con mayúscula). El Judicial vino a enmendar lo hecho por el Ejecutivo y donde el Legislativo no quiso meter las manos, ni “moverle una coma”. De no haber ocurrido esto, hubiera sido muy costoso para todo el país, pues de forma, la propuesta del presidente contraviene el artículo 21 de la Constitución y, más importante aún, el fondo sería haber dado un paso más para la militarización de México, esa militarización que López Obrador tanto criticó de sus antecesores y que él ha potenciado más que nadie.

Hoy más que nunca tenemos que señalar que la militarización, para salvaguardar la seguridad pública, nunca es la respuesta. Solo tenemos que ver los datos, mantener al Ejército en las calles no ha disminuído ningún rubro de la gran problemática que tenemos en seguridad. También tenemos que revisar los datos de otros países que han militarizado su policía, no es, ni de cerca, la solución. No tenemos que normalizar tener soldados por doquier, realizando tareas eminentemente civiles. La valentía de la ministra presidenta, Norma Piña, y los otros siete ministros deben quedar en la memoria de las y los mexicanos. En esta ocasión el Poder Judicial se llevó la victoria.

POR ADRIANA SARUR

COLABORADORA

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