DESDE AFUERA

Haití, ¿un Estado fallido?

Inmersos en sus propios dramas, la mayoría de los países latinoamericanos parece indiferente a la real tragedia de Haití, una nación que cada día más parece el retrato hablado de un Estado fallido y lanzó a cientos de miles de refugiados

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Inmersos en sus propios dramas, la mayoría de los países latinoamericanos parece indiferente a la real tragedia de Haití, una nación que cada día más parece el retrato hablado de un Estado fallido y lanzó a cientos de miles de refugiados.

No es para menos. De acuerdo con al menos una descripción, "en la última década ha sufrido tragedia, tras tragedia: huracanes, un terremoto devastador, una epidemia de cólera y la presencia de tropas internacionales intentando dar forma al Estado". Y de paso, una crisis económica, social y política.

A mediados de febrero, la Comunidad de Países Caribeños (Caricom) realizó una cumbre en Nassau (Bahamas), con representantes de Estados Unidos y el primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, con la crisis haitiana en primer lugar de la agenda. Pero poco se logró para ayudar al país más pobre del hemisferio, uno cuyo gobierno no electo busca la intervención extranjera, para someter a tantas como 300 pandillas armadas que son el verdadero poder fáctico.

Un reporte de la organización InsightCrime consignó que desde el inicio de la crisis política y de seguridad de Haití en 2021, las pandillas han bloqueado carreteras y puertos y han tomado el control de importantes obras de infraestructura. En octubre de 2022, la pandilla 5 Seconds se enfrentó durante dos días con la Policía por el control del molino de harina más grande del país, Moulins d’Haiti.

La principal federación criminal del país, G9 y Familia (G9 an fanmi, G9), dirigida por el exagente de Policía Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, ha bloqueado varias veces la Terminal Varreux, un importante depósito de combustible, lo que ha causado dificultades para la distribución de alimentos y medicinas. Los puertos del país también han sido bloqueados, y en las zonas rurales las pandillas suelen extorsionar y atracar a los viajeros en las carreteras".

De hecho, hasta la distribución de alimentos y medicinas enviados a Haití, luego del terremoto del 15 de agosto de 2021, debió ser negociada al menos en parte con las pandillas.

Para la analista estadounidense, Vanda Felbab-Brown, "las pandillas son una extensión de las redes criminales transnacionales que quieren expandir aún más sus operaciones de tráfico de armas, drogas y personas. Son maestros en desestabilizar Estados a través de la corrupción, la violencia y la infiltración de todos los círculos de poder, incluidos la política, los negocios y la aplicación de la ley".

Algunas versiones indican que el propio gobierno se ve obligado a pagar a las pandillas, y hay quien coloca el asesinato del presidente Jovenel Moïse en su propio domicilio, el 7 de junio de 2021, por un grupo de hombres armados –presuntamente sicarios colombianos– al servicio de otros políticos, como la señal mas evidente de una crisis sin solución a la vista.

El éxodo haitiano rebasa ya los 3.5 millones de personas, incluso tal vez los mejor preparados. Más de 72 mil se encuentran en México, muchos a la espera de entrar a Estados Unidos.

 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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