La Alcaldesa Sandra Cuevas se ha distinguido, más por sus escándalos y desplantes de soberbia, que por los resultados de su administración al frente de la Cuauhtémoc. Ejemplos sobran y bien documentados. Sin embargo, la Alcaldesa Cuevas, quien por cierto llegó a esa posición gracias a la coalición PAN-PRI-PRD (luego de buscar una fallida candidatura en el partido Fuerza por México) se dice “víctima” de las circunstancias y de una campaña permanente en su contra.
Desafortunadamente, su confrontación directa con diversos actores del gobierno capitalino, ha provocado descuidos en áreas estratégicas de gobierno, como la seguridad pública, que han mermado en la calidad de vida de los habitantes de la demarcación. El respeto mutuo entre niveles de gobierno, la concertación política y la colaboración, simple y sencillamente no han estado en su agenda.
Por el contrario, los casos de abusos en contra de servidores públicos, de chantajes, de amenazas y de uso indebido de recursos, pueden enlistarse.
En febrero de 2022, recordaremos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) abrió una carpeta de investigación en contra de la Alcaldesa, luego de que dos mandos de la Policía Auxiliar capitalina la denunciaran por los probables delitos de privación de la libertad, abuso de autoridad y robo.
Lo anterior luego de que Cuevas tomara acciones represivas por la estrategia de reordenamiento del comercio informal en el Centro Histórico, que a decir de ella y contrario a lo que marca la norma, correspondían a su administración. El tema llegó a tal nivel, que Cuevas tuvo que disculparse públicamente (en dos ocasiones) ante un Juez de control del Reclusorio Norte, con los oficiales que agredió.
Pero el autoritarismo parece ser solo uno de sus rasgos. El chantaje también forma parte de su personalidad. Un mes después de ese bochornoso episodio, Cuevas Barrón fue videograbada en la explanada de la Alcaldía Cuauhtémoc arrojando pelotas con billetes de quinientos pesos, a vendedores ambulantes y locatarios de la demarcación convocados a un evento en su apoyo.
Esta verbena organizada de último minuto, por cierto, fue una “respuesta” ante una convocatoria ciudadana en redes, a través de la cual se buscaba exigir resultados tangibles sobre su administración. El comportamiento de la Alcaldesa, sin embargo, es por demás cuestionable para quienes estamos convencidos que hoy debemos elevar el actuar de los servidores y erradicar prácticas como éstas.
De igual forma, el uso de recursos públicos, que debiera ser ejercido para el bienestar de la ciudadanía, ha sido tema de discusión en la presente administración de la Alcaldía Cuauhtémoc. La promoción política personal parece ser mucho más importante para Cuevas, que la atención de aspectos primordiales de gobierno como los servicios y el ordenamiento territorial.
Para muestra, los espectaculares con los cuales “tapizó” edificios completos, como el ubicado sobre Eje Central en Tlatelolco, que seguramente costó millones de pesos. Eso sí, las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por irregularidades en el ejercicio del presupuesto público de la Alcaldía, como ocurrió con el FORTAMUN-DF, no han faltado.
El último desplante de la Alcaldesa tuvo lugar hace unos días, cuando autoridades capitalinas, particularmente de la Contraloría, encontraron volantes y lonas que contenían propaganda negativa en contra de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a quien se ha referido en numerosas ocasiones de manera despectiva.
Aunque la evidencia fue contundente y se encontró en las oficinas de la Alcaldía que ella administra, luego de una denuncia ciudadana, la Alcaldesa, como siempre, se dijo víctima de un engaño y de las circunstancias que le han impedido un comportamiento ejemplar al frente de la demarcación.
En el fondo, el prejuicio ideológico, generado por una “oposición” sin sentido, únicamente ha complicado el ejercicio gubernamental. Los escándalos han impedido la solución de graves problemáticas que aquejan a los habitantes de la Alcaldía, como la inseguridad, el comercio informal, la falta de calidad en los servicios y el abandono de espacios públicos.
Por demás está preguntar sin con el largo historial que arrastra Sandra Cuevas es en realidad ella la víctima o la victimaria. Que cada quien saque sus conclusiones.
POR LEONOR GÓMEZ OTEGUI
DIRECTORA DEL FES CDMX Y COORDINADORA DEL CESA CDMX
LSN