La representante (diputada) estadounidense María Elvira Salazar afirma que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es "cómplice de esclavitud moderna" y de violar el Tratado México-EU-Canadá (T-MEC) al contratar a médicos cubanos.
Salazar asegura que cada uno de los 500 médicos empleados recientemente por el gobierno mexicano tiene asignado un sueldo de siete mil dólares mensuales, de los que ellos sólo reciben 500. El resto, dijo, va para el régimen del presidente Miguel Díaz-Canel.
La declaración es sólo una de las planteadas por una legisladora republicana que fue una importante periodista de radio y televisión latina, y que hasta hace poco más de tres años, tenía un programa en Miami justamente llamado "María Elvira Confronta".
Y esa podría ser la definición de las que serán su política y su estilo al frente del Subcomité de Asuntos Exteriores para el Hemisferio Occidental de la propia Cámara baja, que le asegura al menos la capacidad de hacerse oír por las autoridades estadounidenses y en especial por los gobiernos de la llamada Marea Rosa de la región.
De hecho, en las primeras semanas del año presentó y logró la aprobación de una resolución que condena el socialismo como una doctrina de "estatismo opresor", además de que "enviamos un fuerte mensaje al mundo de que el Socialismo no tiene hogar en Estados Unidos".
Decir que Salazar es antisocialista sería como decir que se siente cubana, pese a que nació en 1961, en Miami, hija de una pareja de exiliados cubanos recién llegados a Estados Unidos. Su anticomunismo llegó con la leche materna.
"Soy hija de exiliados cubanos y he pasado mi vida como periodista escuchando a los hispanoamericanos sobre las preocupaciones de nuestras comunidades", afirmó al asumir la presidencia del subcomité. "Mis electores de Miami, que proceden de diversos orígenes, pueden estar seguros de que utilizaré este cargo para ser una voz fuerte en contra de tiranos y dictadores, y abogar por la democracia y la prosperidad".
En ese marco, la única vez que Salazar se ha manifestado positivamente sobre López Obrador fue cuando el mexicano planteó al presidente Joe Biden el que mantuviera el olvido estadounidense hacia América Latina.
Pero la propia Salazar, que se conduele de que los cubanos que salen de su país deban esperar antes de entrar Estados Unidos, se declara en favor de cerrar la frontera con México.
"No queremos una frontera abierta porque no le conviene a nuestra gente. Se puede cerrar la frontera, poner orden y después ocuparnos del tema de la inmigración".
La ahora diputada es también particularmente crítica de los gobiernos de Venezuela y Nicaragua, parte por convicción y parte porque su distrito incluye exiliados de esas nacionalidades.
Así que por lo menos en la Cámara baja del Congreso estadounidense, la confrontación será la regla respecto a la región.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
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