HIEL Y MIEL

Cielito lindo

Hay urgencia de más recursos para capacitación y rediseño del espacio aéreo del Valle de México, a días que el AIFA sea el receptor de vuelos de carga

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de México
Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Muchos pensamos que los problemas comenzaron con la inexplicable (al menos para mí) cancelación del Aeropuerto de Texcoco en 2019. Recordemos que ya estaba en construcción, que muchos empresarios ya habían invertido y apostado por este gran proyecto.

No olvidemos que también se nos dijo en 2018 que en esta empresa había mucha corrupción (cosa que nunca se comprobó ni denunció). La cancelación del NAICM le costó a nuestro país, de acuerdo a datos conservadores de la ASF en 2021, algo así como 163 mil 540 millones de pesos, tirados literalmente a la basura.

Al tomar el Ejecutivo esta decisión, nos olvidamos de contar en la CDMX con un hub con seis pistas de aterrizaje, una terminal de carga con capacidad para dos millones de toneladas anuales e instalaciones listas para la atención de 135 millones de pasajeros al año. Su financiamiento estaba concebido de tal suerte que fondos del gobierno y fondos privados se combinaran para su construcción y no representara un desfalco para las finanzas públicas.

Eso sí, hay que reconocer que en esta sede aeroportuaria no estaban contemplados rostros de luchadores en los baños ni (quizá lo más grave) tlayudas. Nada es perfecto.

El segundo ramalazo llegó en mayo de 2021, cuando EU rebajó la calificación en seguridad aérea nacional a nivel 2 en lugar del nivel 1 que teníamos. Primero, nos dijeron que ya en los tiempos de Calderón había sucedido esto y que en unos cuantos meses estaríamos recuperados. Anoto que la Categoría 2 implica que el Gobierno de México no tiene el nivel de supervisión adecuado para la seguridad de su aviación. Delicado.

Hasta la fecha y después de casi dos años, seguimos degradados, por lo tanto, las aerolíneas mexicanas no podrán crear nuevas rutas de vuelo a Estados Unidos, ni a otros países del extranjero que se guían por esta misma calificación. Al parecer, el AIFA es un factor, como la falta de capacitación a controladores, entre otros, que han incidido en este grave problema que aqueja a la aviación nacional. Los expertos hablan de la urgencia de más recursos para capacitación y rediseño del espacio aéreo del Valle de México, así como de la necesidad de evitar los peligrosos acercamientos entre aviones que han aumentado en esta zona.

Las gotas que derramaron el vaso, en medio de tanta adversidad, es, por una parte, el anuncio gubernamental de permitir que aerolíneas extranjeras operen destinos nacionales, práctica conocida como cabotaje. La segunda: que el AIFA será en tres meses, y a como dé lugar, un aeropuerto sobre todo de carga; y la tercera: la decisión del Presidente para que a partir de 2023 opere una aerolínea comercial-militar. Sedena Airlines o Mexicana, como quieran.

Comprensiblemente las debilitadas aerolíneas mexicanas, pilotos, sobrecargos y demás trabajadores del sector se oponen a estas medidas, así como a la consecuente reforma a la legislación aérea promovida por el gobierno para conseguir sus fines.

En fin. ¿Canta y no llores, cielito lindo?

POR TERE VALE

@TEREVALEMX

COLABORADORA

MAAZ