La integración de análisis de datos y la inteligencia artificial ha llevado el rendimiento deportivo a nuevas alturas, ha transformado la interacción entre los aficionados y sus equipos favoritos. El excesivo énfasis en los datos puede correr e
riesgo de deshumanizar el juego. No obstante, mientras celebramos este avance, es imperativo reflexionar sobre sus implicaciones en la esencia del juego y en la conexión emocional con los seguidores.
Las herramientas tecnológicas han demostrado ser vitales para comprender el rendimiento de los atletas y optimizar las estrategias deportivas. Como empresario, comprendo plenamente el valor de tomar decisiones informadas basadas en datos precisos. Sin embargo, veo la necesidad de abordar cómo esta tecnología puede, en algunos casos, amenazar la autenticidad del deporte y la experiencia de los aficionados.
La pasión, la intuición y la emoción intrínseca que hacen que el deporte sea tan atractivo, podrían quedar eclipsadas por un enfoque puramente analítico. Como especialista en fan engagement, entiendo, pero sobre todo resalto la importancia de mantener viva la emoción y la conexión emocional entre los aficionados y el deporte que aman. La tecnología no debería alejarnos de esa esencia, si no complementar y aportar en todos sentidos, sin priorizar únicamente el aspecto económico como negocio.
También veo una preocupación ética y de equidad en el acceso a estas herramientas tecnológicas. Mientras los equipos de élite y las ligas principales aprovechan al máximo el análisis de datos y la IA, los niveles inferiores de competición pueden quedar rezagados, lo que amplía la brecha de desigualdad en el deporte, si no se tiene una misma base, ¿existirá el fair play fuera de la cancha? Es momento de un reajuste en la aplicación de la tecnología en el deporte. Es fundamental encontrar un equilibrio que aproveche la innovación tecnológica para mejorar el rendimiento sin sacrificar la esencia humana del juego. Además, es crucial democratizar el acceso a estas herramientas, permitiendo que todos los niveles del deporte se beneficien de sus ventajas.
Los beneficios que la tecnología aporta al mundo del deporte son muchos y cada vez nos acercaremos más a una “producción en serie” de atletas que harán de los deportes auténticos shows, pero abogo por un enfoque más equilibrado. La innovación tecnológica debe coexistir armoniosamente con la esencia del deporte y la conexión emocional con los aficionados para asegurar un futuro sostenible y equitativo en el mundo deportivo.
En última instancia, el futuro del deporte radica en la capacidad de fusionar la innovación tecnológica con la esencia humana del juego. Los líderes del deporte, sin importar el nivel, desde profesionales hasta amateurs, deben colaborar para garantizar un acceso equitativo a estas herramientas, fomentando la capacitación y la implementación responsable del análisis de datos y la inteligencia artificial. Que los esfuerzos se centren en mantener y fortalecer la conexión emocional entre aficionados, (el núcleo) y el deporte, integrando la tecnología de manera que enriquezca la experiencia en lugar de alienarla o reservarla para los equipos con mayor poder adquisitivo.
Al trabajar en conjunto para abrazar la innovación mientras se preserva la esencia del juego, podemos asegurar un futuro inclusivo, emocionante y sostenible para el deporte en todos sus niveles.
Por Diego Sánchez González ‘SAGO’
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