Después del consenso alcanzado en Morena para designar al coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Álvaro Obregón, el diputado Javier López Casarín. Un número mayoritario de ciudadanos a externado su disposición de cambio en la tercera demarcación con más habitantes de la ciudad de México, que hoy es gobernada por la panista Lía Limón.
Esto ha quedado claro en la última encuesta firmada por Rubrum y fechada el 23 de diciembre, donde Morena se alza con 10 puntos de ventaja sobre el PAN. Hecho que no es de extrañar, si nos referimos a una de las pocas alcaldías en la que cada periodo electoral se ejerce un voto diferenciado, de acuerdo con el desempeño de sus gobernantes.
Recordamos al amable lector, que en los últimos tres procesos de elección, se ha verificado este hecho: En 2015 gano el PRD con María Antonieta Hidalgo; en 2018 Layda Sansores con Morena y en 2021, Lía Limón con el PAN. Esta última alcaldesa se ha destacado por sus escándalos en los medios de comunicación y las redes sociales, debido al insensato pleito que sostuvo con Claudia Sheinbaum en su papel de Jefa de Gobierno.
También, al gasto exorbitante en propaganda para buscar la nominación como candidata a la jefatura de gobierno de la ciudad de México y a un fallido plan de gobierno en el que tiene múltiples cuestionamientos por el uso de millonarios recursos con muy pocos resultados para los vecinos. Además de serias acusaciones por extorsión y corrupción de sus funcionarios en las áreas de Obras, Gobierno, Vía Pública y de Verificaciones.
Lía Limón llegó a su mandato con un gran respaldo ciudadano, después de Layda Sansores, hoy gobernadora de Campeche. Lo que la catapulto de manera automática como una posible aspirante a la jefatura de gobierno de la ciudad. Sin embargo, su pésimo desempeño como alcaldesa y su obsesión por ocupar el principal espacio de gobierno de la ciudad, además de su reprobable actitud con sobrada prepotencia y falta de respeto a los ciudadanos, la ha ido minando de forma que ya parece irreversible su derrota. Primero en sus aspiraciones a dirigir la ciudad y ahora para retener la alcaldía.
La otra cara de la moneda la ofrece Javier López Casarín, quien representa la experiencia, el equilibrio entre la juventud y la madurez de la administración pública. Se distingue por su trato respetuoso y diplomático, por ser constructor de procesos de innovación y por el compromiso para revertir el desastroso desempeño y las deplorables condiciones en las que tiene la señora Limón a Álvaro Obregón.
Para ello, López Casarín tendrá que poner en practica sus cualidades como líder de equipos, desarrollar un amplio compromiso con los ciudadanos, de los que tendrá que escuchar inquietudes, necesidades y anhelos para hacer de esta demarcación un lugar digno para vivir mejor, y desarrollar una campaña estratégica que permita el acercamiento franco y honesto con miles de ciudadanos que esperan de sus autoridades la capacidad de atención y diferenciación de los problemas que los aquejan, según la región geográfica de la alcaldía y el estrato socioeconómico al que pertenecen.
Sin duda será una tarea monumental, pero por lo hasta ahora visto y conocido de Javier López Casarín, la desarrollará con éxito y compromiso social.
POR HUMBERTO MORGAN COLÓN
COLABORADOR
@HUMBERTO_MORGAN
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