“El derecho de rebelión penetra en las conciencias, el descontento crece se hace insoportable, la protesta estalla al fin y se inflama el ambiente […] Bendito momento aquel en que un pueblo se yergue. Ya no es el rebaño de lomos tostados por el sol, ya no es la muchedumbre sórdida de resignados y de sumisos, sino la hueste de rebeldes que se lanza a la conquista de la tierra ennoblecida porque al fin la pisa hombres.
El derecho de rebelión es sagrado porque su ejercicio es indispensable para romper los obstáculos que se oponen a al derecho de vivir”. La genialidad de estas frases, escritas por Ricardo Flores Magón, reside en la capacidad de descontextualizarlas de su época original y aplicarlas a sucesos actuales. Este texto del pensador anarquista se publicó originalmente en el periódico "Regeneración" el 10 de septiembre de 1910, bajo el título "El derecho de rebelión". No obstante, su relevancia perdura.
La noticia del enfrentamiento entre agricultores y miembros del crimen organizado en el municipio de Texcaltitlán, al sur del Estado de México, ha acaparado titulares recientemente. No es un fenómeno nuevo: las comunidades se levantan contra grupos delictivos con dominio en la región, en este caso, la Familia Michoacana.
Lo destacable son las imágenes del momento en que la contienda comenzó y los comuneros, armados con machetes, palos y rifles, vencieron a los sicarios. Lo ocurrido no puede llamarse de otra manera que rebelión. Son personas hartas de las extorsiones, del miedo, de vivir en zonas abandonadas por el Estado, dejando un vacío de poder que los criminales han aprovechado.
Muchos celebraron lo que parece ser una victoria a corto plazo, pero las repercusiones para las comunidades son preocupantes. ¡Hay desaparecidos tras los hechos! Es el campo del que todos nos alimentamos; debería importarnos más.
Aunque estos actos de rebelión pueden ser vistos como momentos de empoderamiento y resistencia, también corren el riesgo de perpetuar ciclos de violencia y desestabilizar aún más la región. Cuando las comunidades se ven obligadas a tomar las armas para proteger sus vidas y propiedades, ello indica un fallo profundo en el plan de seguridad y justicia proporcionado por el gobierno en todas sus esferas.
No obstante, se abre la oportunidad de observar otros tipos de luchas y medios para combatir el crimen organizado. En áreas donde la presencia del Estado es solo un espejismo, el derecho de rebelión, como lo describió Ricardo Flores Magón, sigue siendo un concepto resonante y aplicable en las circunstancias contemporáneas.
POR IGNACIO ANAYA
COLABORADOR
@Ignaciominj
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