DESDE AFUERA

Israel gana, pero pierde

El crecimiento del sentimiento ya no antiisraelí, sino antijudío en algunas partes del mundo, incluso EU y los países europeos, no es un buen augurio

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La ofensiva israelí contra Hamas en el territorio de Gaza resulta cada vez más una acumulación de pérdidas en otro frente: el de la opinión pública mundial.

Ciertamente, el respaldo oficial de los gobiernos de Estados Unidos y varios países europeos no ha vacilado, pero incluso en esas naciones ha habido un incremento de manifestaciones públicas de apoyo a los palestinos y, quizá más preocupante, de expresiones abiertamente antisemitas.

De acuerdo con reportes de organismos internacionales, la campaña militar israelí que, según el primer ministro Benjamin Netanyahu, tiene la meta de erradicar a Hamas, había causado ya más de 9,061 muertos, incluso tantos como 3,760 niños, y creado una crisis humanitaria de enormes proporciones, con cientos de miles de desplazados y un torrente de heridos que apenas el miércoles comenzaron a llegar a Egipto.

Nadie sabe con precisión cuánto tiempo durará la campaña ni a dónde parará. Lo cierto es que la venganza israelí por el atentado, o quizá mejor definida como la incursión armada terrorista del 7 de octubre, parece ya exceder la simpatía creada por el ataque y los resultados no parecen justificar la aparente estrategia de "tabla rasa" aplicada por las Fuerzas Armadas israelíes.

Dada la estrategia de Hamas de ocultarse entre la población, el peso de la represalia recae sobre los civiles y como ya se vio, accidentalmente o no, sobre centros hospitalarios.

Los israelíes no se ayudan. La aparición de un portavoz militar de Israel para simplemente expresar que la muerte de niños es una "infortunada" consecuencia de la guerra, pareció una de esas justificaciones que ruegan por una acusación como respuesta.

Si el deliberado martirio de niños israelíes, el 7 de octubre, fue más allá de lo reprobable, la muerte de infantes palestinos en bombardeos indiscriminados no merece menos repulsión.

Ciertamente es posible denunciar la forma de actuar de Hamas. Refugiarse entre la población civil y esconder sus cuarteles y centros de actividad junto, dentro o debajo de escuelas, hospitales o edificios multifamiliares es una vieja táctica guerrillera que implica la consciente provocación para que su enemigo cometa barbaridades aunque no quiera.

Y los israelíes, cegados por el dolor y la furia, cayeron en esa provocación. 

El gobierno de Netanyahu parece convencido de que su mejor oportunidad de hacer olvidar los fallos que auspiciaron el ataque de Hamas ocurrieron bajo su mandato y que su mejor legado es la eliminación del grupo y quizá del territorio de Gaza.

Pero eso no va a ser nada fácil y el precio a pagar será brutal.

El crecimiento del sentimiento ya no antiisraelí, sino antijudío en algunas partes del mundo, incluso Estados Unidos y los países europeos, no es un buen augurio.

Hoy por hoy, la situación parece sin remedio, con un Israel empeñado en la venganza y grupos palestinos  dispuestos a ofrecerles más pretextos para empantanarse en una guerra sucia que trágicamente, puede ser también de supervivencia.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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