DESDE AFUERA

Frontera, el tema electoral

La preocupación de los estadounidenses respecto a la seguridad en la frontera es resultado de años de reportes que reflejan la lucha contra los cárteles

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El 74 por ciento de los estadounidenses apoya una mayor inversión para seguridad en la frontera Estados Unidos-México por encima del apoyo a Ucrania contra la invasión rusa y a Israel en su conflicto en Gaza.

Aunque no es sorpresa, es en gran medida reflejo del tono del debate migratorio y los señalamientos en torno al tráfico de fentanilo que han sacudido la sociedad estadounidense los últimos años y un aviso de lo que viene durante la campaña presidencial de 2024.

Migración, ecualizada por republicanos con el tráfico de drogas, especialmente fentanilo, como expresiones de la inseguridad fronteriza, refleja la incomodidad del tema para un país donde la mención del problema basta para provocar un debate en torno a las circunstancias y la conveniencia, o no, de recibir a millones de personas deseosas de residir en el país.

La seriedad del tema de fentanilo se reflejó en su aparición durante las conversaciones de la semana pasada entre los los presidentes Joe Biden, de EU, y Xi Jinping, de China, y en las conversaciones entre ellos y el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador.

El brutal debate sobre migración no deja de ser una terrible ironía para una nación que por décadas se preció de su pasado migrante y se enorgulleció de recibir con brazos abiertos a los desheredados y los perseguidos.

Pero su realidad también fue de que los nuevos migrantes debieron ganarse su sitio con sudor y lágrimas. A veces hasta con sangre.

La creciente preocupación de los estadounidenses respecto a la seguridad en la frontera es resultado de años de reportes que reflejan el estado de la seguridad y la lucha contra los cárteles de la droga, del poderío alcanzado por los grupos narcotraficantes y, paralelamente, del incremento de llegadas de migrantes indocumentados y peticionarios de asilo a la frontera de México con Estados Unidos.

La imagen de millares de personas apiladas literalmente a las  puertas del país, y los temores de que con ellos lleguen además posibles colaboradores si no incluso actores del terrorismo, se han convertido en un reclamo político.

La demanda se reflejó hace dos semanas en una petición de Biden para otorgar financiamiento a los ucranianos y los israelíes en sus conflictos. Y para endulzarlo para los republicanos, pidió recursos para reforzar la seguridad fronteriza.

Pero esa es la cuestión la que parece importar más a los estadounidenses, como resultado del incesante golpeteo republicano sobre la inseguridad, el tema y, en alguna medida, también de las percepciones populares sobre el impacto del fentanilo y la entrada de indocumentados.

Puede decirse que es el asunto en que los republicanos basarán sus campañas electorales, sea en ellos mismos o como expresión de la debilidad o incapacidad del presidente Biden para enfrentar y resolver la situación. Y por ende, el demócrata y los suyos tratarán de presentar la cara contraria.

En buena medida, eso tiene la posibilidad de marcar las relaciones bilaterales durante los próximos años.

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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