DESDE AFUERA

Biden, ¿el problema demócrata?

Buena parte de la estrategia electoral republicana será presentar al actual Presidente como demasiado viejo y débil física y mentalmente

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

De creer a las encuestas, a un año de la votación en las elecciones presidenciales estadounidenses, el Presidente en ejercicio y casi seguro candidato demócrata Joe Biden está literalmente empatado, y aún en desventaja, frente a su casi seguro retador, el exmandatario republicano Donald Trump.

El problema está más en Biden que en Trump.

Que el magnate esté sujeto a una serie de procesos judiciales, en casos que van de trampas fiscales a vínculos con conspiraciones sediciosas, no parece reducir su impacto sobre todo frente a la negativa imagen de la economía bajo Biden.

O por lo menos eso dicen los que saben.

Sin embargo, el real problema de los demócratas es Biden. Nadie quiere ofenderlo, un político profesional que acumuló prestigio y buena voluntad en una carrera de 36 años como senador y luego en sus ocho años como vicepresidente bajo Barack Obama (2008-2016)

Pero a sus actuales 80 años (cumple 81, el 20 de noviembre) se le considera, se le ve justa o injustamente, cada vez más viejo para las responsabilidades que enfrenta. Ya es el mandatario de mayor edad en la historia estadounidense y, de ser reelecto, terminará su mandato a los 86 años. 

De hecho, según las encuestas, Trump está más o menos empatado o incluso supera a Biden. Un sondeo de The New York Times y el Siena College mostró al republicano  sobre el demócrata en cinco de seis estados considerados como indecisos y, por tanto, campos de batalla que definirán la elección de 2024.

No obstante, las mismas muestras indicaron que un candidato demócrata genérico, no designado por nombre en la pregunta, derrotaría a Trump hasta por ocho puntos.

El surgimiento de aspirantes independientes no es nuevo, pero que alcancen niveles de 20 por ciento de popularidad es raro, como en el caso de Robert F. Kennedy Jr., que comenzó con más confianza en la popularidad de su nombre (es hijo de Robert Kennedy, aspirante presidencial demócrata asesinado en 1968), que en su historia personal de logros.

El único competidor de Biden por la candidatura presidencial demócrata es Dean Phillips, un representante (diputado federal) que no parece tener mayor argumento que el ser más joven que el mandatario. Pero que tiene razón cuando alega que "no tenemos un problema de Partido Demócrata. Tenemos un problema de Joe Biden".

De hecho, una buena parte de la estrategia electoral republicana será presentar a Biden como demasiado viejo y débil física y mentalmente para enfrentar los desafíos de la Presidencia de Estados Unidos. Y eso aunque en sus propias filas y a sus 77 años Trump no es exactamente un delincuente juvenil.

Para complicar más las cosas para los demócratas, la en este caso vicepresidenta Kamala Harris, que debería ser la sucesora y remplazante natural de Biden, no parece figurar mucho y dista de tener el papel destacado que tuvieron vicepresidentes como Al Gore (1992-2000), Dick Cheney (2000-2008) o el propio Biden (2008-2016).

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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