En la región de la Huasteca y la sierra hidalguense tenemos varias festividades de origen náhuatl con las que se trasmite a las nuevas generaciones la cosmovisión del grupo, a través de expresiones como la danza, la música, el teatro y la pintura.
Una de estas manifestaciones es la fiesta del Xantolo. Para las personas que no están familiarizadas con esta importante tradición, es una festividad de origen prehispánico para celebrar a los muertos en la Huasteca. Esta expresión cultural, que combina las raíces indígenas prehispánicas con la influencia católica, se lleva a cabo a finales de octubre y principios de noviembre, coincidiendo con el Día de Muertos, pero con características únicas que la distinguen.
El Xantolo, que significa. en náhuatl, “Fiesta de las Ánimas” o “Fiesta de los Espíritus”, es una manifestación de la riqueza cultural y la diversidad étnica de la región hidalguense, que une a comunidades nahuas y otomíes para conmemorar a sus difuntos de una manera profundamente arraigada en su historia y sus tradiciones.
La importancia del Xantolo radica en varios aspectos:
1. Respeto por la vida y la muerte: el Xantolo promueve la idea de que la muerte es una parte natural de la vida y no se debe temer. Las festividades están llenas de símbolos de la dualidad entre la vida y la muerte, lo que refleja la cosmovisión indígena precolombina.
2. Ofrendas y altares: al igual que en el Día de Muertos, se construyen altares con ofrendas de alimentos, bebidas y objetos personales para honrar a los difuntos. Sin embargo, en el Xantolo se incorporan elementos autóctonos de Hidalgo, como el chalchihuite (un mineral verde) y el papel picado.
3. Baile y música: el Xantolo se celebra con coloridas danzas y música tradicional, como la Danza de los Viejitos, los Cuanegros, los Huehues o los Matlachines, como también se les conoce, dependiendo de la región.
4. Comida típica: la gastronomía es un elemento esencial. Platos tradicionales como tamales, atole y dulces regionales se preparan y comparten entre familiares y amigos, estableciendo un lazo entre las generaciones y fortaleciendo la comunidad.
Aunque el Xantolo se celebra a finales de octubre y principios de noviembre, su preparación inicia mucho antes, con la engorda de los animales que servirán como platillos; con la siembra de flores de cempasúchil y con la organización de las danzas y disfraces que la acompañan al son de la tradicional música huasteca.
Como hidalguense que soy, me siento orgullosa de las tradiciones y cultura de mi tierra. Sin duda, el Xantolo es maravilloso, pues tiene la magia de poder admirar el color radiante de las flores de cempasúchil, disfrutar los bailes, sones y sabores de una fiesta 100% mexicana. Una tradición que nos permite compartir cosas tan necesarias para el ser humano como el buen humor, el placer de la comida y la reunión de las familias y amigos.
Decía Octavio Paz que “para el habitante de Nueva York, París o Londres, la muerte es la palabra que jamás se pronuncia. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente”. Por eso, les invito a disfrutar en familia de esta hermosa fiesta entre vivos y muertos. Vayamos y honremos con nuestro tradicional modo a cada uno de nuestros fieles difuntos.
POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR HIDALGO
PAL