DESDE AFUERA

Un conflicto intratable

El problema, sin embargo, es muy complejo. La solución es aún más difícil, para ambas partes, pues las cesiones territoriales ucranianas serían insuficientes para los rusos e inaceptables para Ucrania

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

De acuerdo con George Friedman, un reputado analista geopolítico comercial, la guerra en Ucrania está en un impasse tan fuerte que de hecho concluyó, pero nadie sabe cómo terminarla.

"En mi opinión, –escribió recientemente en su página de la empresa Geopolitical Futures–, los rusos no están doblegando a sus enemigos. Al mismo tiempo, los ucranianos no podrán doblegar a los rusos".

Su punto es simple: el esquema general de los aspectos militares de la guerra está definido y el conflicto está contenido.

El problema, sin embargo, es muy complejo. La solución es aún más difícil, para ambas partes, pues las cesiones territoriales ucranianas serían insuficientes para los rusos e inaceptables para Ucrania.

Friedman considera que una posible forma de llegar a un acuerdo duradero implicaría buscar el bienestar económico de Rusia.

Por lo pronto, uno de los factores involucrados es el miedo, tanto de los rusos como de los ucranianos, opinó.

El temor y las capacidades defensivas ucranianas, con el abierto apoyo estadounidense, detuvieron el avance ruso. El temor de los rusos, a su vez, es un aliciente para sostener sus esfuerzos por rebasar las defensas de Ucrania. 

"La guerra fue iniciada por los rusos, que querían tomar el control de Ucrania para crear una zona de amortiguación que impidiera que Estados Unidos y Ucrania amenazaran a Rusia", según el análisis de Friedman. 

Así, anotó, Estados Unidos intervino con el envío de armas a Ucrania para bloquear un avance ruso que podría amenazar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y a Europa Occidental. Los ucranianos querían impedir que los rusos tomaran territorio de su patria.

La guerra fue parte de una serie de medidas defensivas de Rusia, "cada una más ofensiva y peligrosa que la anterior". Pero no lograron quebrar a los ucranianos y a sus aliados estadounidenses. Con todo, a largo plazo no hay certidumbre de un continuo apoyo estadounidense. 

Según hacen notar diplomáticos europeos, Rusia es un país sin fronteras naturales y su preocupación es la salvaguarda de su territorio, algo que a través de muchos años, como Imperio Zarista o como Unión Soviética, realizó en base a construir un "colchón" de estados aliados o la integración de territorios.

Las invasiones napoleónica y de la Alemania Nazi justificaron en gran medida esa visión.

En ese marco, "un acuerdo de paz que se sostenga por sí solo es extremadamente difícil". Una guerra que termina sin la derrota total de una de las partes, puede ser preludio de un nuevo conflicto.

Friedman sugiere que la mejor manera de resolver la situación a largo plazo sería alentar el crecimiento económico ruso y ayudarla a convertirse en una potencia económica. El camino militar no ha funcionado y de hecho ha puesto de relieve sus debilidades. 

"En lugar de exigir la rendición, lo que no es posible para Moscú, se centra en una relación basada en la reconstrucción en lugar de la destrucción de Rusia", como se hizo con Alemania y Japón, las potencias derrotadas en la Segunda Guerra Mundial. 

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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