LA FIESTA DEL SIGLO

Destruyendo mis sueños

Cómo truncar tu futuro en tan sólo 27 segundos

OPINIÓN

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Rudy Tercero / La fiesta del siglo / Opinión El Heraldo de México
Rudy Tercero / La fiesta del siglo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Seguramente es de tu conocimiento los hechos ocurridos en la ciudad de Puebla el mes de septiembre, en donde siete jóvenes golpearon brutalmente a otro de nombre Ernesto Calderón en la zona de antros de Angelópolis. El video se hizo viral y causó indignación en muchas personas por la forma tan gandalla en la que rematan a Neto con una fuerte patada en la cabeza que le causó lesiones severas en ese momento. No venía al caso esa patada ni la amenaza de “te voy a reventar la botella”, ya que Neto se encontraba en el piso, por lo que la riña debió haberse dado por terminada.

En los días posteriores recibí varias llamadas de papás y de instituciones de Puebla preocupados por esto y solicitando mi conferencia para hablar con los jóvenes de este tema, la mayoría comentó que este tipo de hechos pasaban casi todos los fines de semana, que se había convertido en algo habitual entre los jóvenes al salir de fiesta.

¿Por qué son tan agresivos nuestros adolescentes? En primer lugar, se ha “normalizado” la violencia, recuerdo que cuando era niño, mis papás no me permitían ver los programas que pasaban después de las 9:00 p.m. porque eran clasificación B o C, tales como Kojak, Las Calles de San Francisco, etc., que si hoy los vuelves a ver parecerían un cuento de niños. Los jóvenes hoy en día, desde edades cada vez más tempranas, son testigos de todo tipo de violencia, no sólo en las películas o el celular, los videojuegos están plagados de violencia extrema: asesinatos, golpizas, atropellamientos, etc., y lo peor es que se juegan en primera persona por lo que realmente ellos sienten que son los que están agrediendo a los personajes del juego.

Si a todo esto agregamos el factor alcohol se transforma en un coctel muy peligroso. ¿Qué sucede en el cerebro? El alcohol explota las emociones, entre ellas la ira, así que sacamos de proporción incidentes menores como un rozón con el cuerpo o un pequeño empujón accidental, todo esto se vuelve una tremenda ofensa; en segundo lugar, ya no funciona correctamente la corteza prefrontal que es la que mide el riesgo y toma decisiones por lo que de pronto se vuelve una buena idea pegarle a otra persona en la cabeza con una botella sin pensar en las consecuencias.

Muchos jóvenes inician su noche de parranda pensando en: “A ver a quién nos chingamos hoy”, muchas bandas de amigos salen con ese propósito a manera de diversión, sin embargo, en esta ocasión el hecho fue grabado y ellos expuestos, en tan sólo 27 segundos que dura el video ellos perdieron muchas oportunidades, de entrada fueron expulsados de la escuela, se dieron a la fuga, de los siete sólo dos se entregaron y seguramente enfrentarán algunos años de cárcel, los demás siguen huyendo además de la bronca en la que metieron a las familias y el dineral que seguramente les ha costado.

Mi pregunta del millón es: ¿Valió la pena? Esta pregunta la he estado haciendo en mis conferencias a los jóvenes de prepa y universidad y todos coinciden en que definitivamente no.

Recomendación cuando salgan jóvenes: la violencia nunca lleva a nada bueno, paren los conatos de pelea antes de que sucedan y cuídense porque en tan sólo 27 segundos puedes perder muchos años de tu vida.

POR RUDY TERCERO

@RUDYTERCEROF

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MAAZ