EL FONDO DEL MEOLLO

La historia se repite en Cruz Azul

El Cruz Azul es un desastre por donde se le vea, aunque este concepto pareciera ya una cantaleta de nunca acabar

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de México
Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Cruz Azul es un desastre por donde se le vea, aunque este concepto pareciera ya una cantaleta de nunca acabar debido a la manera en que manejan a este equipo, siempre visto como el negocio de unos cuantos, de los que están al frente.

Durante muchos años, Guillermo Álvarez, Alfredo su hermano y Víctor Garcés, el cuñado de ambos, fueron señalados de malos manejos del equipo y la economía del mismo. Fueron señalados de trabajar con un promotor de cabecera y de hacer, básicamente, lo que este hiciera con tal de mover fichajes y dinero a su antojo.

Después de muchos años y un solo campeonato en más de 30 años al frente, todos estos personajes están desaparecidos y son buscados para que rindan cuentas. A su salida, los aficionados de Cruz Azul pensaron que venía un mejor futuro, algo diferente. Y por momentos así pareció con el título de la mano de Álvaro Dávila y Juan Reynoso. 

Pero Cruz Azul resulta un ente económico y político muy antojaba para quienes lo prueban. Y entonces la historia se repite, la historia que no le deja nada al equipo en lo deportivo y solo se piensa como el negocio de esos cuantos.

Hoy el equipo cruzazulino es un desastre, con apenas 11 puntos en el Apertura 2023 que los ponen lejos de la Liguilla, incluso del famoso Play In.

Trajeron al Tuca Ferretti y corrieron al Tuca Ferretti. Volvieron a poner a Joaquín Moreno, pero ahora no funcionó el bombero. Fallaron en las contrataciones, han traído a diestra y siniestra y se vuelve a hablar de bandos, de peleas internas, de promotores, de directivos sin peso, de manoseo y de rencillas.

Total, ha vuelto a ser el Cruz Azul de los Álvarez, esos que tanto odiaron, aunque quienes están al frente ahora tienen otro apellido.

Lo último en esta historia de nunca acabar es el trascendido de una disputa entre Víctor Velázquez y su cuñado Antonio Reynoso. En la ecuación aparece también Jaime Ordiales, quien ha estado negociando con Diego Cocca para que sea el técnico del equipo, brincándose por completo a Óscar Pérez, quien como directivo no tiene un peso, y no por falta de capacidad, sino porque ha quedado en medio de todos estos personajes que no le dan su lugar.

Haga usted de cuenta que suena como cuando Guillermo Álvarez se peleó con Víctor Garcés, su cuñado, y hasta con su hermano Alfredo. Y en medio, al equipo, jugadores, técnicos y trabajadores. Total, podían no ganar títulos, pero los activos y el flujo de capital seguiría en la economía del fracaso.

Hoy no es Guillermo, ni Alfredo, aunque sí hay un Víctor en el problema. Y de colaboradores externos o mejor llamados asesores, ni se diga, todos ven a Cruz Azul con signo de esos, mejor dicho de dólares, y aquellos a los que de alguna manera les abren las puertas, no quieren más que sangrar y sangrar.

El Cruz Azul y el cruazulismo vuelve a estar deprimido por los malos manejos de todos los que se sienten dueños del equipo. Hoy somos testigos de una historia que se repite con esta institución, que de grande solamente tiene la costumbre de llamarla así, porque no se maneja como tal, porque la han dejado caer de ese pedestal en donde hay muy pocos clubes del futbol mexicano y Cruz Azul era uno de ellos. 

Hoy Cruz Azul vuelve a estar en crisis, o mejor dicho, nunca lo ha dejado de estar porque se pueden llamar, Guillermo, Vítor, Jaime, Alfredo, Gilberto, Antonio, o como quieran llamarse; solamente ven a este equipo como la mina de oro que parece inagotable.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN

COLABORADOR

@GVLO2008

MAAZ