COLUMNA INVITADA

70 años de voto femenino en México

La paridad no es cuestión sólo de mujeres, puesto que si no hay igualdad, no hay democracia

OPINIÓN

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Claudia Aguilar / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México
Claudia Aguilar / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

El 17 de octubre se cumplen 70 años del voto femenino, y de cara al proceso electoral de 2024 es necesario hacer un balance en torno a la participación política de las mujeres. En estas siete décadas sin duda se ha avanzado mucho en materia de paridad. Hoy tenemos diez gobernadoras y todo parece indicar que en junio del próximo año las y los mexicanos elegiremos a la primera mujer a la presidencia de la república  Así, el 70 aniversario del reconocimiento del voto de las mujeres en nuestro país constituye no solo un hito en la historia hacia la igualdad de género; sino una fecha que nos convoca a hacer un alto en el camino para reflexionar en torno a la importancia de la participación política de las mujeres y el significado de la representación. Esto, pues es claro que él hecho de que hoy podamos tener candidatas mujeres de las principales coaliciones a la presidencia de la República es el resultado de una larga lucha de las mujeres por la representación política; es consecuencia de muchos años de activismo; y sin duda alguna es el resultado directo de la llamada reforma constitucional de paridad en todo (2019); que hizo de la paridad un derecho reconocido por nuestra Norma Fundamental; entendida no solo como parte de los derechos políticos de las mujeres, sino también garantizada de manera progresiva. Así,  es necesario garantizar la participación de la mujer en la organización y diseño de la sociedad ya que, para efectos de lograr que toda decisión política sea verdaderamente justa y equitativa, debemos estar representados todas y todos como integrantes de la sociedad. La paridad no es cuestión solo de mujeres, puesto que si no hay igualdad de derechos, igualdad de participación entre hombres y mujeres, no hay democracia. Porque la participación de la mujer en los asuntos políticos constituye una salvaguarda de los derechos de todas y todos.

En nuestro país comienzan a derribarse no solo techos de cristal; sino también barreras jurídicas. Sin embargo, aún existen muchas barreras de igual o mayor trascendencia, ya sean sociales, económicas y culturales, entre otras. Debemos hacer nuestra la convicción de que no puede hablarse de una sociedad verdaderamente democrática, sino hasta que esté completamente asegurada la participación y voz de las mujeres. Lo que hoy estamos viviendo, era impensable hace algunos años, pero la sola llegada de mujeres al poder no significa que haya disminuido ni el poder ni el pacto patriarcal; para eso es necesario que las dirigencias de los partidos cambien las dinámicas prevalentes de control jerárquico y sumisión; al tiempo que dejan de lado los pactos para preservarse en sus cargos más allá de los plazos y tiempos de su encomienda o sus mandatos legales.

POR CLAUDIA AGUILAR BARROSO
INTEGRANTE DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LA BMA

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