DESDE AFUERA

La victoria pírrica de Hamas

La secuela y posibles consecuencias del ataque de la milicia islámica Hamas a Israel

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La secuela y posibles consecuencias del ataque de la milicia islámica Hamas a Israel, y la respuesta israelí a esa agresión, tienen un impacto mundial.

De entrada, desviaron el foco de atención de la lucha ucraniana por derrotar la invasión rusa y el drama de la forzada evacuación de la minoría armenia del enclave de Nagorno-Karabaj en el Cáucaso. 

La acción de Hamas se tradujo en la toma de rehenes, incluso ciudadanos de varios países y la amenaza de ejecutarlos, con lo cual colocó a varios gobiernos en una potencialmente muy difícil situación política. 

El tema puede afectar a regímenes que, en alguna medida, han tratado de ser imparciales y aun simpatéticos con el movimiento palestino.

Por lo pronto, ya llevó a las condenas de varios gobiernos, en especial Estados Unidos y de Europa Occidental, que han ofrecido de hecho ayuda y apoyo al gobierno israelí.

Paralelamente, gobiernos de países como Arabia Saudita, que estaban en un proceso de regularización de relaciones con Israel, lo pospusieron indefinidamente; el de Irán, que Israel sospecha ayudó a los militantes, expresó su respaldo a los palestinos.

El acto terrorista de Hamas, el fin de semana, revaloró en alguna medida las capacidades de la milicia, que se puede decir derrotó a la inteligencia israelí. El ataque mismo es una represalia contra las incursiones y la ocupación de territorio palestino en general con la creación del Estado de Israel, y en lo particular, por las frecuentes provocaciones de la derecha israelí, que van de la creación de enclaves en territorios palestino al hostigamiento de clebrantes en lugares santos para los musulmanes.

Pero como es normal en el conflicto entre palestinos e israelíes, es una victoria pírrica, que puso a los palestinos, por lo menos a los que residen en Gaza, un pequeño territorio de 360 kilómetros cuadrados con más de dos millones de habitantes, en primera fila para recibir las represalias israelíes: los miembros de Hamas viven ahí, son parte de la sociedad y dirigen el territorio.

Por lo pronto, según anuncio del gobierno israelí, los habitantes del territorio de Gaza no recibirán agua, electricidad, comida ni combustible. La decisión no es exactamente humanitaria, aunque sea una acción que algunos o muchos israelíes puedan encontrar satisfactoria o justificada.

Pero es un conflicto donde ninguna victoria es definitiva.

Y tal como están las cosas, al margen de cómo se haya iniciado el que ya parece eterno ciclo de ataque-represalia, la política interna en Israel y entre los palestinos favorece el conflicto.

Propiciar ataques israelíes que creen más mártires por la causa palestina y de paso beneficie políticamente a Hamas, un grupo que compite por el liderazgo del desplazado pueblo palestino con la Organización de Liberación Palestina, la OLP, que gobierna el mayoritario territorio de Cisjordania. 

Pero el ataque justifica la política de "línea dura" anti-árabe israelí, representada ahora por el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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