COLUMNA INVITADA

Lo que son las cosas

Pero ambas situaciones no son eternas ni definen la verdadera situación del país, si bien pueden considerarse como victorias, ambas son temporales y sus verdaderos efectos dependen de otros factores que sólo pueden conocerse con el tiempo

OPINIÓN

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Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Al presidente mexicano le fue bien la semana pasada, no se puede dejar de reconocerlo, la cumbre con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá, así como la apreciación del peso, le darán la gasolina necesaria para sus mañaneras en las siguientes semanas. Ante un escenario complicado a principios del año, hilar dos hechos relevantes en una misma semana con saldo positivo, es una bocanada de aire fresco. 

En Palacio Nacional le seguirán sacando jugo a lo que pretenden proyectar como dos victorias muy importantes, estirarán la liga hasta donde se pueda o hasta que encuentren otro tema con el cual se sientan cómodos. En eso se basa en gran medida la estrategia de comunicación del gobierno federal, en replicar, a gran escala, aquello que puede ser bien recibido por su base de apoyo y por los votantes. 

El resultado de la cumbre trilateral, pero sobre todo el hecho de que el avión del presidente de los Estados Unidos haya aterrizado en el AIFA, se proyectará hasta al cansancio, como un gran logro del gobierno mexicano. La misma suerte corre la apreciación del peso frente a otras monedas, incluido el dólar, servirá para la construcción del discurso de que la economía mexicana va viento en popa. 

Pero ambas situaciones no son eternas ni definen la verdadera situación del país, si bien pueden considerarse como victorias, ambas son temporales y sus verdaderos efectos dependen de otros factores que sólo pueden conocerse con el tiempo. No se trata de escatimar en el reconocimiento de los buenos resultados de la semana pasada, sino de ponerlos en su justa dimensión para poder analizarlos de forma correcta.

La reunión entre los tres mandatarios fue cordial, y claro que puede sentar las bases para una mejor relación entre los socios comerciales, pero para que eso suceda, México también tiene que colaborar de forma contundente en los temas que son importantes para los otros países; libre comercio y combate frontal a los cárteles mexicanos, son temas, en los que el presidente se ha mostrado renuente. 

La captura de Ovidio Guzmán, el aterrizaje del Air Force One en el AIFA, las fotos de los mandatarios y sus esposas compartiendo en un ambiente de cordialidad y las posteriores declaraciones, deben ser entendidos como gestos de buena voluntad, pero que no necesariamente definirán, en su totalidad, la relación entre los 3 países durante los siguientes años.

Falta ver si la relación madura y para eso tienen que pasar varias cosas: el gobierno mexicano tiene que combatir con mayor firmeza a los cárteles de la droga; los Estados Unidos tienen que ofrecer programas migratorios más flexibles para nuestros paisanos; México y Canadá tienen que ponerse de acuerdo en cómo se explotarán nuestros recursos naturales con beneficios tangibles para ambas partes. 

Aunque la tarea no es sencilla tampoco es imposible, requiere de mucho oficio e inteligencia, pero de concretarse, traería niveles de desarrollo nunca antes visto en nuestro país. 

Lo que son las cosas, el bienestar de un país con un gobierno de izquierda, requiere en gran mediada de la buena relación con sus socios neoliberales. Entender para creer.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
COLABORADOR
@HSERRANOAZAMAR

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