DESDE AFUERA

Triunfalismo y optimismo

Nuestro país pide, ha pedido y seguirá pidiendo que se resuelva la crisis migratoria. La pregunta está en lo que aporta para apoyar su petición

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En el marco de una optimista evaluación de los resultados de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, afirmaron que fueron un éxito para México tanto en lo bilateral como en lo regional. 

AMLO se refirió al entendimiento y la cordialidad; Ebrard lo aludió a la creación de un Comité que, según afirmó, estará dedicado a planificar la sustitución de importaciones en América del Norte y, en materia de migración, dijo que México va a trabajar para facilitar el acceso a la ciudadanía norteamericana de 1.2 millones de connacionales.

Nada en contra de ninguna de esas posibilidades, pero sí algunas dudas respecto a sus alcances.

En términos de migración, la situación de los indocumentados lleva décadas en el centro de un brutal debate político en Estados Unidos y, desgraciadamente, no parece más cerca de resolverse que hace 40 años.

Sí, México pide, ha pedido y seguirá pidiendo que se resuelva el problema. Hay entre cinco y seis millones de mexicanos que residen sin documentos en el país del norte y son, en buena parte, de los más de 50 mmdd anuales que llegan a nuestra nación en remesas.

La pregunta está en lo que aporta el gobierno mexicano para apoyar su petición. No se trata de justicia ni de humanidad, que son importantes. Se trata de convencer a un cuerpo legislativo como el Congreso de EU.

El debate en torno a la cuestión migratoria en EU ha producido ya una mayoría simpatética a la situación de los indocumentados, pero también una considerable minoría que se opone a ultranza sobre alegatos de legalidad y teme, entre otras cosas, que los nuevos ciudadanos voten por sus rivales.

¿Cuántos recursos va a dedicar México a cabildear ante el Congreso federal estadounidense? ¿Cuántos ante los Congresos locales? ¿Cómo va a buscar reducir la oposición?  

Esos son detalles técnicos. Lo importante es que lo pidió el gobierno mexicano y puede presumir que lo hizo aunque los resultados dependan de factores en los que no tiene mayor injerencia y depende, por ahora al menos, de los propios intereses demócratas. Respecto al comité, para la sustitución de importaciones parecería tratarse más bien de un grupo que identifique posibilidades y, a reserva de detalles, tal vez promueva el asentamiento de nuevas inversiones en la región.

En la nueva política de bloques regionales que ha dado nuevos límites geopolíticos a la globalización, la creación de tal comité y la mera posibilidad de que la región norteamericana pueda identificar y convenir en las necesidades comunes.

Pero el problema estará en que los posibles inversionistas estén de acuerdo con lo que el comité considere que se necesita o que acepten las condiciones que puedan o quieran ofrecer los posibles receptores. 

La verdad sea dicha, ojalá que el triunfalista optimismo del gobierno mexicano se convierta en realidad. Pero...

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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