El jueves se reveló un pronóstico apocalíptico por parte de FedEx, la empresa de logística y paquetería global. En un comunicado previo a lo que serán sus resultados trimestrales, la firma encabezada por Raj Subramaniam alertó que en las semanas recientes ha observado un fuerte debilitamiento del mercado. Esto es una pésima noticia, sobre todo porque la industria de logística se había fortalecido enormemente tras la pandemia. Así lo expresó:
“Los resultados del primer trimestre fueron impactados por un debilitamiento en el volumen global, lo cual se aceleró en las últimas semanas del trimestre. La debilidad macroeconómica de Asia y los desafíos de negocio en Europa impactaron especialmente los resultados de FedEx Express, lo que generó brechas de ingreso en ese segmento equivalente a 500 millones de dólares respecto de los niveles que la compañía había pronosticado”.
El jueves, el CEO Subramaniam fue entrevistado por la cadena CNBC y ahí declaró que la debilidad de su negocio es un indicador claro del inicio de una recesión global. Subramaniam reveló que la debilidad en el volumen de carga es un fenómeno que se está presentando en todas las geografías del planeta, y mencionó que incluso el consumidor estadounidense está manifestando signos de debilidad de poder adquisitivo.
Las acciones de FedEx se desplomaban casi 22 por ciento a mediodía del viernes tras estas revelaciones, y todos los índices accionarios relevantes caían como resultado de dicho ajuste. Los títulos de UPS también bajaron alrededor de 5 por ciento, el viernes.
El jueves 15, el Banco Mundial liberó un reporte en el que aseguró que se ha elevado la posibilidad de una recesión para la economía global. Esta institución señaló que los bancos centrales del mundo todavía tendrán que elevar sus tasas de interés en dos puntos porcentuales adicionales a lo que ya han subido, lo que aumentará severamente la posibilidad de que el PIB mundial se desacelere y arroje un crecimiento de 0.5 por ciento, lo que se traduce en “una contracción de 0.4 por ciento en equivalencia per cápita, que implica una recesión global de acuerdo con la definición técnica”.
México no tiene en su escenario económico una recesión, y ningún analista se ha atrevido a pronosticarla. El gobierno ha planteado incluso que creceremos a 3 por ciento en 2023.
No obstante, sería prudente que, en un escenario de crecimiento nacional, se mida el impacto que tendría una posible recesión global sobre nuestra economía. Sería una tarea para el secretario Rogelio Ramírez de la O. Y si lo mide, ojo, porque con ese dato podríamos llevarnos una fea sorpresa.
AMFE
La próxima semana, en Puebla, se llevará a cabo el foro de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que preside Enrique Bojórquez. Promete gran contenido esta edición.
POR CARLOS MOTA
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