DIPLONOTAS

La crisis de Taiwán

El recrudecimiento de la política de China hacia Taiwán provoca una mayor afluencia de las visitas extranjeras

OPINIÓN

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Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de México
Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Una visita del grupo de los cinco sena - dores estadounidenses, bajo el liderazgo de Ed Markey, que se realizó en Taiwán este lunes, provocó nuevamente ejercicios militares protagonizados por el Ejército Popular de Liberación de la China comunista alrededor de Taiwán.

Todo indica que la crisis en el estrecho de Taiwán es una realidad a la que tendremos que acostumbrarnos, ya que de momento ninguno de los involucrados parece estar dispuesto a desistir.

Por una parte, después de la reciente visita en Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, la República Popular de China decidió responder con los ejercicios militares que bloquearon temporal - mente la isla, así como con las represalias económicas y políticas hacia Taiwán y Estados Unidos.

Las autoridades chinas publicaron también un nuevo libro blanco titulado La cuestión de Taiwán y la reunificación de China en la Nueva Era, que refleja una determinación mayor del gobierno de Xi Jinping sobre la reunificación.

Por otra parte, todo indica que Estados Unidos no cederá en su apoyo a Taiwán.

Es el resultado de la política basada en el principio de “una sola China”, la ley estadounidense sobre las relaciones con Taiwán (Taiwan Relations Act) de 1979 y un acuerdo bi - partidista para no dejar sola a esta isla democrática habitada por 23 millones de personas frente a la China comunista.

A todo eso se suma obviamente el peso geopolítico de Taiwán como una puerta de acceso al Sudeste Asiático y su papel como el principal productor de semiconductores.

El recrudecimiento de la política de la China comunista hacia Taiwán que observamos desde hace un par de años está provocando una mayor afluencia de las visitas extranjeras.

A Taiwán llegan principalmente representantes de los poderes legislativos para expresar solidaridad con el gobierno de la presidenta Tsai Ing-wen.

Además de Nancy Pelosi, este año estuvieron aquí cuatro delegaciones del Senado de Estados Unidos, dos delegaciones de los legisladores japoneses, los diputados de Eslovaquia, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Nicola Beer , y el ex secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

A eso hay que sumar las visitas de los representantes de los pocos gobiernos que reconocen diplomáticamente a Taiwán, como Belice, Paraguay, Islas Marshall o San Vicente y Granadinas.

¿Habrá más visitas en Taiwán que podrían provocar las reacciones negativas de China? Sin duda.

La cercanía de Xi Jinping con Putin en los tiempos de la invasión rusa a Ucrania ha generado mucha crítica entre los países de Europa central y oriental que hasta hace poco mantenían buenas relaciones con China.

De hecho, de la plataforma establecida por China en 2012 para reunir a los países de la región, conocida como 17+1, ya se salieron Lituania, Letonia y Estonia, debilitando así la influencia china.

Para estos pequeños países, la manera más fácil de enseñarle a China el descontento por su cercanía con Rusia es acercándose a Taiwán.

POR BEATA WOJNA

PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES, TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@BEATAWOJNA