Muchas veces la ciudadanía se queja de la falta de compromiso para resolver los temas, aunque hay varios que nos sorprenden con su trabajo en el día a día. Hace un par de semanas, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, estuvo en Nuevo León, donde prometió que no faltarían recursos técnicos ni financieros para resolver la crisis hídrica de la entidad, y remarcó que el presidente López Obrador no abandonaría al estado ni en esta, ni en ninguna otra crisis.
Muchas personas y analistas habrían pensado que esta era sólo una frase hueca, sin sustento, o que iba a ser olvidada a la brevedad, aunque a diferencia de otros funcionarios que han ocupado el mismo puesto, el actual secretario ha demostrado que es un funcionario que cumple lo que promete.
Prueba de lo anterior es que el pasado viernes el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para enfrentar la crisis hídrica en Nuevo León y reforzar las acciones para garantizar el acceso al agua potable, que incluyen financiamiento para el acueducto El Cuchillo II, y para concluir la construcción de la presa La Libertad, el apoyo de carros tanques para que llegue el agua a donde no llega, así como el reforzamiento del plan DN-III-E.
Este no es un problema nuevo, ni que únicamente ocurra en Nuevo León, de hecho es uno de los grandes retos a resolver en el futuro. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha señalado que a nivel mundial más de dos mil millones de personas sufren por la falta del líquido vital.
La organización también ha informado que los habitantes que residen en las ciudades van en aumento, y con ello también el consumo de agua, por lo que, en 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas que presenten escasez.
Para el caso de nuestro país, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la semana anterior dio a conocer un informe que señala que de 210 presas principales de México, sólo seis están a la totalidad de su capacidad, en contraste, 116 registran menos de 50 por ciento de su nivel.
La sobreexplotación, la contaminación y mal uso de las fuentes hídricas son factores que inciden en la falta de agua, lo que ha hecho que en varios lugares los habitantes de tengan que recibir el agua en tandeos, racionarla y esperar hasta que las pipas lleguen a sus colonias a surtir.
A su vez, esto también agudiza el problema ya que la necesidad de las personas por el líquido se ha traducido en un incremento del huachicoleo de agua para convertirlo en un negocio. Además de otros problemas que hacen que la situación empeore, como el crecimiento demográfico sin control, la sobreexplotación, la falta de mantenimiento de la red hídrica y la corrupción.
La solución al tema del agua requiere de la cooperación de todos los actores involucrados, pero sobre todo del compromiso por parte de las autoridades, no deslindarse como han hecho algunas figuras políticas.
Frente a una situación que requiere de acciones y no de palabras, hay que destacar el papel que realizó el secretario de Gobernación; fijó su postura, se comprometió a resolverlo y presentó resultados, algo que habla bien de él, ya que ha sabido resolver situaciones de los gobiernos estatales sin hacer distinción del partido político, lo que lo ha llevado a convertirse en un gestor importante del presidente López Obrador.
No en balde el mandatario señaló ante legisladores de su partido que le ayuda mucho y le aligera la carga.
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La semana anterior se dieron a conocer las cifras de homicidios del Inegi, que presentaron una reducción de mil 148 respecto al dato de 2020. En palabras de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, representa un avance que refleja el resultado del esfuerzo diario.
POR ARTURO ÁVILA ANAYA
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