DESDE AFUERA

EU y un nuevo (des)orden mundial

El deseo de Washington de dejar de ser el policía del mundo, el garante de la paz o el aparato imperialista, deja un vacío político

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Estados Unidos parece estar en medio de un periodo de cambios que nadie sabe dónde terminará, pero por lo pronto lo hace ver como dividido, entre el deseo de retroceso y el de ir adelante, de seguir como potencia dominante o de hacerse a un lado.

Es una situación complicada. Por un lado, EU se presentó durante más de medio siglo como el factor estabilizador en un planeta donde un buen grupo de países puso su confianza, su defensa, en la alianza con ellos.

Pero ahora Washington parece consumido en sus debates internos y nadie está seguro que las ofertas del presidente Joe Biden puedan ser sostenidas dentro de un año o ser refrendadas por el próximo mandatario.

El periodo de Donald Trump llevó a un debate entre EU y sus aliados que resultó en la convicción de que el arreglo de las décadas de la Guerra Fría, después de la Segunda Guerra Mundial, ya no podía sostenerse. Washington no quería mantenerse como el responsable de la defensa europea.

Una situación similar se dio y se da en Asia, donde el despertar chino intranquiliza a varios de sus vecinos, que buscaron acogerse a la sombrilla estadounidense. Pero la política de Trump los llevó a buscar arreglos diferentes.

Por un lado, se puede ver el rearme de Alemania y Japón, las potencias derrotadas en la Segunda Guerra Mundial, y ahora pivotes indispensables en sus regiones, muy al margen de la desconfianza que despiertan entre algunos de  sus vecinos.

El hecho, sin embargo, es que desde la Segunda Guerra Mundial, el planeta vivió una era marcada por instituciones y códigos impuestos por la fuerza económica y militar de Estados Unidos, al grado que hasta sus grandes rivales jugaron en esos márgenes.

La Guerra Fría se desarrolló en ese tiempo y terminó en 1990, con la disolución de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, mientras el otro gran competidor, la República Popular China, estaba empeñada en un proyecto de desarrollo que combinaba el marxismo y el capitalismo.

Y a partir de los años 90, se hizo evidente que Estados Unidos comenzaba a sentirse cansado de invertir en su control del mundo.

EU fue, y es, la mayor potencia militar del planeta, y la única con los recursos para realizar intervenciones a miles de kilómetros de sus costas.

Pero el deseo de dejar de ser el policía del mundo, el garante de la paz o el aparato imperialista, según cada quien lo vea, deja un vacío político y aunque el presidente Biden busca ahora restablecer el liderazgo estadounidense es evidente que debe contar más que nunca con sus aliados.

Sin embargo,  eso implica el surgimiento de centros de poder regionales que la Unión Europea, y en específico Alemania, Japón, India o Turquía tienen intereses propios, comienzan a revalorar sus políticas y a prepararse para el momento en que no puedan contar con el apoyo de Estados Unidos, o sus necesidades difieran de ellos.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1

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