Bien por el aumento salarial que ofrece la SEP a los maestros, pero los alumnos necesitan maestros bien evaluados y aptos para la enseñanza.
La Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación, conocida como Mejoredu, sigue sin modelo de evaluación tras la desaparición del INEE para posicionarse de manera contundente como un paradigma de evaluación diagnóstica, formativa e integral, singularidades condicionadas por el Legislativo en la última reforma educativa de 2019.
Mejoredu está en un incumplimiento grave, pues la ley marca que es vital para el desarrollo del Sistema Educativo Nacional. Aunque se utilice el argumento de que la pandemia de covid-19 retrasó las labores de la Comisión, es inadmisible que a tres años de su creación no haya podido -ya sea por falta de voluntad política o de capacidad- brindar al país un modelo educativo que dé luz a los quehaceres educativos, que oriente sobre los avances y las necesidades educativas para que niñas y niños de todos los rincones de las 32 entidades federativas cuenten con servicios educativos dignos y de excelencia.
Distintas versiones refieren que al interior de Mejoredu, particularmente por parte del ala radical de la Junta Directiva, actualmente presidida por Silvia Valle, existe rechazo a impulsar la evaluación de docentes, derivada de los compromisos adquiridos tanto en campaña del entonces candidato López Obrador, así como durante el proceso de aprobación de la reforma constitucional en materia educativa. La resistencia se da a pesar de que ya no existen repercusiones negativas para su trayectoria profesional, pues implementar cualquier evaluación al trabajo docente significaría el descontento del magisterio.
La revisión del modelo ha sido larga y tortuosa. En primer lugar, se le encargó a la Unidad de Evaluación Diagnóstica, la cual entregó su propuesta a la Junta Directiva, pero sus integrantes apegados a Morena evitaron su aprobación. Después se designó la tarea al Consejo Técnico de Educación que propuso un modelo totalmente distinto e inaplicable en los hechos. Este estira y afloja ha ocasionado retrasos que ya caen en lo absurdo. A la mitad de sexenio, una de sus promesas estrella no ha podido cristalizarse.
Sin embargo, ya hay presiones recibidas por la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación. Ambas ya alertaron sobre la omisión de las responsabilidades de la Comisión, obligaron a Mejoredu a realizar una evaluación diagnóstica en primaria y secundaria de aprendizajes de lectura y matemáticas en el ciclo escolar 2021-2022, aunque no se contara ni con una muestra representativa ni con un modelo educativo base.
En el próximo ciclo escolar 2022-2023, esto debe subsanarse. Sin embargo, van muy tarde y sin un modelo de evaluación, el sistema educativo no contará con resultados sólidos y confiables ni se podrá actuar en consecuencia para apoyar la educación de las y los estudiantes, objetivo central de Mejoredu.
Uppercut: El peor enemigo sigue durmiendo en casa de Morena, no solo en lo nacional. En Puebla, el gobernador Miguel Barbosa le puso el dedo a Ignacio Mier, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados. Ven multimillonarios fraudes fiscales y enriquecimiento ilícito en sus cuentas y la UIF entró en acción.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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