DESDE AFUERA

Alimentos, el otro ángulo de la guerra

Rusia y Ucrania son dos gigantes agrícolas. Juntos representan 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo y, de por sí, ya había escasez

OPINIÓN

·
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La invasión rusa de Ucrania paró de cabeza a la industria alimentaria mundial y desde hace un mes, cuando se inició la intervención militar, los precios mundiales del trigo se han disparado y el aceite de girasol es cada vez más raro.

Rusia y Ucrania son dos gigantes agrícolas. Juntos representan 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo, y la guerra que hoy se libra en territorio ucraniano agrava un problema que lleva años en crecimiento: "los eventos extremos relacionados con el cambio climático y los problemas de la cadena de suministro inducidos por la pandemia ya habían causado escasez y habían hecho subir los precios. La guerra en Ucrania provocó que una mala situación sea mucho peor", señala un análisis del Eurasia Group, especializado en riesgos geopolíticos.

Y si a eso se agrega que Rusia es uno de los grandes exportadores de materias primas para fertilizantes, como potasio, urea y amoníaco, el panorama se torna sombrío para la agricultura mundial. De hecho, ya hay sugestiones de que Rusia podría suspender sus ventas al exterior, al margen de los problemas que las sanciones económicas plantean ya.

Pagar a Rusia por sus exportaciones agrícolas se ha vuelto casi imposible, debido a las sanciones impuestas por los países occidentales, mientras Ucrania ha prohibido la exportación de alimentos básicos, incluido el trigo, para garantizar la alimentación de su población. Y para complicar más las cosas, la prolongación del conflicto puede llevar a la disrupción del nuevo ciclo de siembra y cosechas.

Ya hay instancias de acaparamiento en Europa, y la escasez y precios de alimentos, ya impulsados por problemas derivados de la pandemia, van en aumento a nivel mundial.

El desarrollo del conflicto tiene también sus implicaciones: "existen temores crecientes de que Vladimir Putin pueda usar como arma las exportaciones de alimentos, para causar daño a Occidente", recordó el mismo texto del Eurasia Group.

Rusia bloquea ya la salida del Mar Negro de los barcos que transportan mercancías, sin olvidar que ha prometido tomar represalias por las paralizantes sanciones económicas que en otro orden de cosas, dificultan su comercio internacional.

En esta medición de fuerzas entre Rusia y los países occidentales, el mayor ganador podría ser China, consideró Eurasia Group.
China "atesora la mitad de los cereales del mundo. Algunos analistas advierten que Beijing podría utilizar sus existencias de cereales para tratar de ganarse las mentes y los estómagos de África, América Latina y Oriente Medio.

“La preocupación es que China utilice sus almacenes de cereales como herramienta diplomática. En un entorno de escasez global, podrían usar su suministro para ganarse el favor de forma selectiva”, indicó el texto.

La comida, en otras palabras, podría no llegar a donde más se necesite, pero sí a donde tenga mayor impacto político y diplomático. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

MAAZ