COLUMNA INVITADA

Libertad de expresión en peligro

No nos podemos permitir un asesinato más como sociedad y, mucho menos, que queden en total impunidad. Sin ello, señor presidente, quedará una más de las asignaturas pendientes en esta llamada cuarta transformación

OPINIÓN

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Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La voz de los periodistas en este país, la voz de cada uno de los habitantes de esta nación vale y debe contar. Todo ser humano tiene derecho a decir lo que piensa, a estar de acuerdo o no con quienes ejercen el poder y a expresar sus opiniones al respecto.

Estos derechos son elementales en una sociedad democrática, abierta y justa, en la que se pueda acceder y disfrutar de los derechos humanos consagrados en nuestra carta magna y en los tratados internacionales relacionados con la materia.

Los gobiernos tienen la obligación de proteger a los individuos que ejercen la labor de informar, de emitir una opinión, estemos de acuerdo o no con ella, deben de prohibir discursos que promuevan el odio e inciten a la violencia, sin embargo, muchos quieren silenciar este derecho con ataques, con leyes que criminalizan la libertad de expresión.

El presidente de la República comete un error al denostar, atacar a periodistas que lo critican, o simplemente no piensan como él. La tolerancia de los gobiernos frente a opiniones desfavorables y voces críticas es un buen indicador del respeto por los derechos humanos.

En estos días difíciles para quienes ejercen la profesión de informar, llenos de ataques, denostaciones, y calificativos poco afortunados desde el pulpito presidencial, solo contribuyen a generar un ambiente de crispación, además de contribuir más a la violencia, en donde tan solo en el mes de enero, fueron asesinados cuatro periodistas y en donde el 99% de estos casos quedan en total impunidad, ante la mirada complaciente de la propia autoridad.

La libertad de expresión está consagrada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, como este derecho inherente a otros derechos humanos, como el de la libertad de pensamiento, conciencia y religión.

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Ahora resulta que es mal visto cuestionar a la autoridad, señalar sus errores y, en su caso, excesos. Se les olvida que una de sus principales obligaciones es precisamente la de una adecuada, veraz y eficiente rendición de cuentas.

Como otra de sus obligaciones es defender la libertad de expresión, evitando que haya gente en la cárcel o sufra algo peor, simplemente por hablar.

Al presentar su informe anual la organización civil ARTICULO 19 sobre libertad de expresión en México, reveló que, a dos años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, persisten dinámicas de estigmatización de la prensa, censura, violación de los derechos humanos y el debilitamiento o abandono de las instituciones creadas para hacer contrapeso al poder.

Lo que no debemos tolerar ni mucho menos normalizar como sociedad, es contribuir a un ambiente de violencia contra la prensa, ya que es indudable que ésta continúa en ascenso y que ya colocan al 2021 como el periodo más violento contra este gremio desde que se tiene registro. Se da una agresión cada catorce horas.

En 2020 se registró el asesinato de seis periodistas, en 2021 fue de siete y tan solo en enero de este año ya van cuatro asesinados posiblemente vinculados con su labor.

No nos podemos permitir un asesinato más como sociedad y, mucho menos, que queden en total impunidad. Sin ello, señor presidente, quedará una más de las asignaturas pendientes en esta llamada cuarta transformación.

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
EDUARDOMACG@ICLOUD.COM
@EDUARDO84888581

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