DIPLONOTAS

La mesa del G20

Contempla tres prioridades: la arquitectura de la salud global, la transformación económica basada en lo digital y la transición energética

OPINIÓN

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Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de México
Beata Wojna / Diplonotas / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Mientras que todo el mundo está pendiente de las elecciones intermedias en Estados Unidos de este martes, Indonesia se prepara para ser la anfitriona de la decimoséptima Cumbre del G20, a celebrarse el 15 y el 16 de noviembre en Bali.

Probablemente nunca antes, contando desde 1999, cuando nació este foro, los tiempos han sido tan difíciles para sentar en la misma mesa a los 20 líderes de los países más importantes del mundo y de la Unión Europea para hablar sobre la agenda económica y política global.

Para varios de ellos, como Olaf Scholz, de Alemania; Giorgia Meloni, de Italia; Rishi Sunak, del Reino Unido; Anthony Albanese, de Australia; Yoon Suk-yeol, de Corea del Sur, va a ser la primera reunión en este formato.

La guerra de Rusia contra Ucrania lo modificó todo, generando divisiones políticas profundas entre los países del G20.

Once de los participantes están claramente con Ucrania. Rusia cuenta con el apoyo amplio de China y de la India. Los otros seis, México entre ellos, comparten la posición diplomática de condena a la invasión rusa, pero en la práctica han sido ambiguos en su implementación.

A eso hay que sumar que en la lista de los invitados está el presidente de Ucrania, y los líderes de los países tan variados como España, Países Bajos, Singapur, Camboya, Fiyi, Ruanda, Senegal, Surinam y Emiratos Árabes.

La presidencia de Indonesia en el G20, la primera que ostenta este país, inició a finales del año pasado y concluye este noviembre con la cumbre de Bali.

Su programa contempla tres prioridades: la arquitectura de la salud global, la transformación económica basada en lo digital y la transición energética.

Hace poco, el embajador de Indonesia en México, Cheppy T. Wartono, comentó que ya se logró llegar al consenso en múltiples áreas relacionadas con la estabilidad de precios y temas fiscales, aunque aún queda mucho por hacer, especialmente en lo relativo a la crisis de alimentos.

Este último tema sigue manteniéndose en el horizonte a raíz de la fragilidad del acuerdo sobre la exportación de los granos ucranianos por el Mar Negro.

Ahora bien, la gran expectativa de esta cumbre va más allá de las prioridades oficiales. Indonesia ha expresado su intención de buscar soluciones negociadas para la guerra.

A finales de junio, el presidente Joko Widodo visitó Ucrania y Rusia, siendo el primer líder asiático en reunirse con los presidentes de ambos países. No sabemos si la cumbre del G20 se convertirá en la mesa de negociación para el tema de la guerra.

Por lo pronto, ahí estará también el presidente de Turquía, Recep Erdogan, conocido por ser el interlocutor de ambas partes, así como todos los actores relevantes, incluidos los representantes máximos de Estados Unidos, China y probablemente de Rusia.

Asimismo, la India, que asumirá la presidencia en el G20 a partir del 1 de diciembre estará presente. ¿Será suficiente para disminuir las tensiones mundiales que generó la invasión rusa? Veremos en breve.

POR BEATA WOJNA

PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY

@BEATAWOJNA

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