COLUMNA INVITADA

La democracia no se toca

El INE ha sido el centro de convergencias de todas las fuerzas políticas

OPINIÓN

·
Nuvia Mayorga Delgado / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Nuvia Mayorga Delgado / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hace algunos años el Instituto Nacional Electoral fue reconocido con el premio “Uso Innovador de la Tecnología para la Gestión de las Finanzas Electorales”, por parte del Centro Internacional de Estudios Parlamentarios. Recientemente la Asociación de Autoridades Electorales de Europa reconoció al INE como auténtico garante de la voluntad de las mexicanas y mexicanos.

Adicionalmente, en múltiples foros, encuentros y seminarios, se ha reconocido el papel de nuestra autoridad electoral respecto de su probidad, honestidad y eficiencia en el desempeño de su trabajo, haciendo énfasis en que la naturaleza jurídica del Instituto es fundamental para los buenos resultados que ha entregado.

Pero no nos debemos confundir, ya que no se trata de ensalzar administraciones o personas en específico, ya que el Instituto Nacional Electoral se encuentra más allá de ello. Ese organismo es el producto del compromiso de muchos sectores de la sociedad civil que han pugnado por tener un árbitro electoral imparcial a fin de que, nunca más, se mantengan las prácticas del pasado en que la desconfianza reinaba entre la ciudadanía.

Asimismo, el INE ha sido el centro de convergencias de todas las fuerzas políticas, tanto las oficialistas como las de oposición han vigilado, cuidado e impulsado el trabajo realizado en los comicios electorales desde hace varios años en los que no han existido siquiera sospechas fundadas de amaño en las elecciones ni en la transparencia de sus actos, pero ello, como señalé, no sólo es por el trabajo interno del INE, sino porque todas y todos los actores políticos nos hemos mantenido vigilantes y activos en su funcionamiento.

El Instituto se ha nutrido de opiniones de especialistas y de reformas legislativas útiles que hacen que sea una de las instituciones más fuertes que haya construido el poder público en décadas. A través de él se han gestado alternancias en el poder, se han optimizado procesos y se ha mantenido la confianza de la gente que hoy pide su preservación, con una mejora, pero sin tocar su espíritu.

No se trata de que las leyes y las instituciones permanezcan intocables conforme pasan los años, sin embargo, cuando hay una clara desaparición de un organismo, un programa o una norma, no basta con deseos personales para desaparecerlo porque nosotros sólo somos representantes de la voz de millones de mexicanas y mexicanos, quienes a través de foros, espacios, manifestaciones, comunicados y demás actos han manifestado su rechazo a la reducción de facultades de un órgano que ha demostrado su capacidad.

Todas las instituciones son perfectibles, sin embargo, transgredir el espíritu de órganos eminentemente ciudadanos es un exceso que no podemos permitir de ninguna manera porque tenemos que atender a la petición del pueblo de México y no a una decisión que pretende eliminar al árbitro justo de la contienda para cometer excesos y lastimar seriamente a la democracia.

No es posible trazar un camino diferente sin las razones que lo soporten, ya que, de ser así estaríamos subsumiendo el Estado de Derecho a un deseo de grupo que ha manejado un discurso de descalificación sin base alguna. Desde todos los espacios, incluyendo evidentemente el legislativo, habremos de dar la lucha para fortalecer y no desaparecer al INE y así hacer respetar a la Constitución como lo juramos al momento de tener un encargo tan serio.

POR NUVIA MAYORGA DELGADO
COLUMNISTA

MBL