COLUMNA INVITADA

La relevancia de conocer el lado “B”

En este sentido, debemos tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, las redes nos presentan una mirada fotográfica, videográfica o de audio que sólo retrata un momento, pero no la secuencia de hechos que ayudan a comprender las razones de ciertas acciones

OPINIÓN

·
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de México
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los últimos veinte años; las redes sociales han captado a millones de personas. Para dar una idea de este fenómeno. Las estadísticas, ponen sobre la balanza, hasta donde hemos llegado, y el camino que seguiremos andando. Los teléfonos fijos tardaron, 75 años, en lograr una penetración de cien millones de usuarios; en tanto que, lo celulares 16 años, internet 7 años, Twitter 5 años; WhatsApp, 4 años; Instagram, 2 años; pero TikTok, tardó 5.1 años en llegar a los mil millones de usuarios. La velocidad de la penetración de estas tecnologías las hace irreversibles, socialmente hablando. 

En este sentido, debemos tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, las redes nos presentan una mirada fotográfica, videográfica o de audio que sólo retrata un momento, pero no la secuencia de hechos que ayudan a comprender las razones de ciertas acciones.

El trasfondo, es mucho más relevante, de lo que queremos creer, ya que, ante una mirada rápida, se generan miles ilusiones que emiten juicios de valor injustos, al quedarnos con el fragmento. Lo que nos hace confundir, en forma frecuente, a la víctima con el victimario y viceversa, planteando un hecho aparente, que resulta diferente a la realidad. O bien, engañarnos de forma dolosa, para la obtención de un algo que no siempre nos resulta claro. Todas las personas, podemos quedar sometidas a esta clase de momentos, que pueden ser utilizados por intereses procaces.  Quizá. sí nos asomamos a la prudencia, seríamos capaces de ser más sólidos en nuestras conjeturas y no sólo linchar socialmente a las personas. 

Recientemente, hemos tenido de cerca una serie de estos acontecimientos, muy mediáticos.

Por ejemplo: ¿Qué dicen de aquel alumno, que apareció en un video, amenazando a otro chico dentro de una preparatoria particular? Muchas personas se indignaron, pero la acción no comenzó en ese momento; y aunque, no es justificable la violencia, podemos platicar más ampliamente de lo sucedido. Es un chico brillante de alto perfil académico, el cual se ganó una beca, pero sufría bullying, por su tono de piel, y situación económica, mismo que denunció ante las autoridades escolares, a quienes correspondía la responsabilidad de actuar, pues tuvieron conocimiento del acoso sufrido por el alumno, y no hicieron nada. Recordemos que la inacción genera impotencia, la que muchas veces desemboca en defensa propia. Por cierto, el chico pasó de victima a victimario, pero su situación ha empeorado, dado que ahora pesa sobre sus hombros una denuncia penal de la que no puede defenderse, al no poseer los insumos económicos suficientes. En este sentido, su pena se incrementó, al ser sujeto de una injusticia peor y degradante, como lo es, el abandono social de aquel joven brillante, que no tiene ahora perspectiva educativa. Su madre, además, tiene cáncer, uno de los padecimientos más caros de tratar. Todo ello aconteció, por el hecho de querer defenderse de quien lo lastimaba. Deben saber que el expulsado fue el chico acosado. La escuela dio paso a la conveniencia, frente a la congruencia. 

Otro incidente, fue el de un auto que atropelló a una motoneta, con dos personas. La secuencia de hechos completa, revela, lo que en realidad sucedió. Un hombre, acompañado de su hijo, fue asaltado, y al resistirse, recibió impactos de bala. Una vez herido, los persiguió, produciendo el choque contra los asaltantes que le dispararon. Si nos quedamos con el fragmento en el que estrella su auto en contra de la motoneta, estaríamos en presencia de un acontecimiento inimaginable. Pero, defenderse es una acción prevista en la legislación. Es difícil saber en esta Ciudad, como actuar ante la amenaza a la vida.

La verdad, es como un rompecabezas, sólo tendrá sentido cuando acomodemos todas las piezas.

La ignorancia colectiva, suele pagarse caro en detrimento de nuestra comunidad. Que no se nos olvide que, para llegar a la justicia, se requieren de instrumentos que nos guíen hacia el lado correcto del camino. Haciendo visible, lo que es importante. Lo anterior, se debe a que la estructuración de todo un análisis debe ser completo y no sólo, desde la perspectiva de un solo instante o fragmento, que descontextualiza un hecho o situación.

Por ello, no se debe juzgar sobre la base de información incompleta, y datos imprecisos, porque ello ocasiona que intereses de muy diversos tipos, deterioren el ambiente. Dando por ciertos algunos hechos descontextualizados, en el ámbito social. Con ello, se justifican, en muchas ocasiones, las autoridades en su ineficiencia judicial, escolar, policiaca o política, ante la presión mediática, lo que les permite omitir una investigación exhaustiva. 

Una narrativa de hechos completos, nos ayudan a comprender las razones de ciertas acciones. La evidencia siempre será importante, y por ello, incluir el discernimiento, de una realidad absoluta, por sobre otra no sesgada, será parte indispensable de nuestra nueva educación ciudadana.  

No se habla aquí de eventos francamente dolosos. Sólo señalo que tenemos que ser mucho más cautos, para ser certeros al momento de opinar.

El ser más compasivos, es una circunstancia que hemos perdido a lo largo de estos años. Donde dañar al otro/a, es tan simple como dar un clic, en general, bajo el cobijo del anonimato, de un colectivo social irreverente. 

POR SARA MORGAN
CONSULTORA LABORAL Y DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB
@MORGANSAREL

PAL