Provocada desde el gobierno la ruptura de la Coalición Va por México, estimulada la confrontación entre los líderes partidistas que la integraban e incitada la división al interior del PRI, así como del PRD a partir de la discusión en el Congreso sobre la ampliación del periodo de la Guardia Nacional en las calles del país, el objetivo siguiente de la 4T es dinamitar a Movimiento Ciudadano.
Busca el gobierno limpiar el camino de obstáculos políticos de cara al 2024.
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, intensificó los embates contra algunos líderes de ese partido la semana que terminó e irá por más. Empezó con la confrontación directa con Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, y Samuel García, gobernador de Nuevo León, ambos nombres que suenan como posibles candidatos del partido naranja rumbo a la presidencia de la República.
Movimiento Ciudadano tiene la confianza de siete millones de votantes, gobierna los dos estados más importantes después de la Ciudad de México, tiene municipios metropolitanos y se puede o no estar de acuerdo con el dirigente principal, Dante Delgado, pero es el único de la vieja guardia (formado políticamente con cuadros como Manlio Fabio Beltrones) que entendió la crisis de la partidocracia antes que nadie, y puso en marcha la transformación del partido a un movimiento sobre el que se esfuerza con un proyecto para que no se le relacione como instituto político.
Es el que mejor conoce a López Obrador y ha creado nuevos cuadros, caras frescas en la política, algo de lo que padecen PAN, PRI y PRD. Del mismo modo, se puede o no estar de acuerdo con Samuel García, por ejemplo, pero al político joven lo pueden acusar de superficial por su influencia en redes sociales (no obstante, es su personaje creado para ganar adeptos, en los temas fiscales y de política sabe lo que hace). Samuel no es Alito, pues. Qué decir de Luis Donaldo Colosio Riojas, a quien el puro nombre lo mete en la lista de presidenciables con posibilidades.
Adán Augusto López es el protagonista principal, quien encontró en el objetivo de quebrar a los opositores, en este caso en su intento de ir por el llamado movimiento naranja, le permite jugar en varias bandas: hace la operación dinamita, queda bien con las Fuerzas Armadas (son los de Movimiento Ciudadano los que exigen la comparecencia del secretario de la Defensa), se mediatiza y cada vez avanza en la percepción ciudadana de que es el bueno de Andrés Manuel López Obrador para sucederlo en Palacio Nacional. Parece dejar muy atrás a Marcelo Ebrard y aventajar a Claudia Sheinbaum.
La operación para destruir adversarios y el plan de reparto de recursos con fines electorales acercan cada vez más a Adán Augusto a la candidatura.
UPPERCUT: Ricardo Monreal no es Alejandro Moreno. La reacción del presidente de la Jucopo del Senado, hizo que de inmediato Layda Sansores, gobernadora de Campeche, metiera reversa a sus amenazas de revelar información confidencial como con la que destruyó al líder nacional del PRI. Tiene información Monreal para el contraataque no solo de la Guacamaya, ni en contra del fiscal Renato Sales, ni del centro de espionaje. Bajó la guardia antes de que sonara la campana.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
CONTRALASCUERDASMX@GMAIL.COM
@ALEXSANCHEZMX
MBL