MALOS MODOS

La apuesta ganadora de Adán Augusto

Sí, va a ser desconcertante. De hecho, según en dónde te muevas, probablemente ya lo es, de ahí que me atreva a hacer esta apuesta: en el oficialismo, quien tiene las mejores cartas para lanzarse a la presidencia en 2024 es nuestro secretario de Gobernación, Adán Augusto López

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México
Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En un futuro tal vez no tan lejano, los historiadores tendrán problemas para entender qué pasaba con algunos de los contendientes a la presidencia en 2024. Imagínense las caras de esos académicos muy serios, muy metódicos, ante la interpretación de Juan Gabriel por nuestra jefa de Gobierno, guitarra en mano y novio al costado. O este otro diálogo: “¿Quién era este hombre de lentes que da saltitos? Estoy confundido”. “Es el de la selfie en el funeral de la reina. El canciller. No es ninguna anomalía. El proceso electoral coincidió con que Tik Tok pasó de actores en retiro, quinceañeros y coreanos, a políticos sexagenarios”. O ciertas confusiones muy comprensibles: “Christian, este material debe formar parte de otra investigación. Parecen imágenes del refugio de una persona en condición de calle”. “No, doctor. Es Noroña, un legislador. Robaron su casa y se llevaron el dinero que iba a usar para la campaña presidencial”.

          Sí, va a ser desconcertante. De hecho, según en dónde te muevas, probablemente ya lo es, de ahí que me atreva a hacer esta apuesta: en el oficialismo, quien tiene las mejores cartas para lanzarse a la presidencia en 2024 es nuestro secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Es mi gallo. Hace un par de días, el secretario dijo que los tabasqueños son más inteligentes que las personas del norte del país, porque no tienen que trabajar tanto para vivir. Bueno, él, en todo caso, tiene la inteligencia necesaria para vencer a los otros, por lo siguiente: entiende que en este país la democracia, la voluntad popular, está encarnada en un hombre, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, y que por lo tanto será él quien elija a su sucesor. Y el licenciado, como el secretario, como todos los tabasqueños, es un prodigio de virilidad, de masculinidad sobria y guerrera; un hombre de pelea, de confrontación, con la sangre que le hierve de caliente, por aquello del trópico. ¿Creen ustedes que un hombre así, el macuspanian stallion, el William Wallace de Tepetitán, va a apreciar una canción, un baile, una reunión con empresarios, un roce con la nobleza europea? No, por Dios. Ni lo entiende ni quiere entenderlo. Nuestro presidente, se los firmo, aprecia la pelea callejera, la barricada, el descontón de un cabezazo, el trash talking político.

          Por eso, nuestro ministro del Interior lleva unas semanas entre insultos al norte completo, que no entiende que en vez de crear industrias y universidades hay que tumbarse en una hamaca a esperar a que brote el petróleo; descalificaciones a Samuel García y sus policías; amedrentamientos a la bancada opositora, por aquello de las colas que les pisen; amenazas al INE, y compadreos abiertos con el general secretario.

          Sí, el secretario es mi gallo. Es el que está haciendo la apuesta ganadora. ¿Alguien quiere ponerle una lana?

POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09

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