COLUMNA INVITADA

¿Diamante negro?

Cada vez es más común que los partidos postulen a personajes populares antes que a mujeres y hombres capaces

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México
Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

¿Roberto Palazuelos es un diamante negro o un simple carbón que tizna todo lo que toca? De las gubernaturas que se renovarán este año, Quintana Roo es una de las más interesantes. Mara Lezama no es una lumbrera, ni una líder con arrastre social, sus posibilidades de triunfo, que son muchas, dependen del arrastre de Andrés Manuel López Obrador, de que Morena cuide sus votos y de que ella no se equivoque. Lezama tiene amplísimas posibilidades de ganar, pero aún no gana, las condiciones pueden cambiar, porque en política es frecuente que del plato a la boca se caiga la sopa.

La oposición busca opciones, algunas desesperadas, como postular a personajes frívolos y sin experiencia, provenientes del espectáculo, pero conocidos por sus excentricidades. Este es el caso de Roberto Palazuelos, mirrey de segunda línea, actor mediocre y según él, exitoso empresario de Tulum.  

El PRD no quiso jugarse esa carta. Movimiento Ciudadano, sí. ¿Cuáles son las posibilidades de Roberto Palazuelos de ser un candidato competitivo y eventualmente, ganar la gubernatura? Veamos los contras y los pros.

Los contras son evidentes: falta de experiencia política y administrativa, su vida rodeada de extravagancias y frivolidades. Sobre todo, que los que van a Quintana Roo de vacaciones o de fin de semana y que conocen a Palazuelos no viven ni votan en ese estado.

Los pros: es una persona muy conocida. Personifica al antipolítico, lo cual puede ser atractivo para algunos sectores del electorado decepcionado de los candidatos y partidos de siempre. Puede capitalizar el voto antimorena.

No es la primera ocasión, es más diría que cada vez es más común, que los partidos postulen a cargos de elección a personajes populares antes que mujeres y hombres capaces, porque la política también se ha frivolizado. Cuauhtémoc Blanco primero fue presidente municipal de Cuernavaca y después  gobernador de Morelos. Su administración ha sido un desastre, pero su gobierno no es peor que el de su antecesor, Graco Ramírez y anteriores mandatarios. En el otro extremo, el del ridículo total, está Alfredo

Adame que hace unos meses fue candidato a diputado y  hace unos días protagonizó una riña en pleno periférico de la CDMX.
Puede ser tanto el sentimiento antipartido que la ciudadanía, en lugar de condenar borracheras y excesos de Palazuelos, los celebre; a menos que lo exhiban cometiendo un delito, violencia a las mujeres o un acto discriminatorio.

Movimiento Ciudadano no tiene nada que perder y mucho que ganar con Palazuelos. Le fue muy bien en Nuevo León, donde el ahora gobernador paso de ser un personaje que rayaba en el ridículo a un candidato competitivo y después a gobernador. Cada elección es un volado y las campañas no son un mar en calma, sino un río con fuertes corrientes y remolinos.

La política es de bronce.  

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO
ANALISTA POLÍTICO Y ASESOR PARLAMENTARIO
@ONELORTIZ

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