COLUMNA INVITADA

Ómicron, una minimización peligrosa

Es posible que esta variante se convierta a nivel mundial en la cepa dominante y que por sus "síntomas leves" se convierta en una enfermedad endémica

OPINIÓN

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Juan Manuel Lira / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México
Juan Manuel Lira / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La llegada de la cuarta ola de COVID-19 a México por la variante Ómicron era inevitable. Es posible (pero no cierto) que esta variante se convierta a nivel mundial en la cepa dominante y que por sus “síntomas leves” se convierta en una enfermedad endémica y por tanto más controlable; sin embargo, “minimizar” a esta variante por parte de políticos, funcionarios y población, puede ser peligroso.

La variante Ómicron es la más contagiosa de todas, su capacidad de contagio es ya similar a la del sarampión.

Aún falta mucha evidencia científica para determinar su verdadero potencial infeccioso y sus secuelas a largo plazo.

En un reciente estudio publicado en la revista European Heart Journal 6/01/22, se encontró que meses después de una infección leve a moderada por COVID-19 hay datos de impacto subclínico en todo el cuerpo, desde la función cardiovascular, venosa, pulmonar y renal, con efectos inciertos a largo plazo, se concluye en la necesidad de investigar las consecuencias futuras de esta “infección leve”, pues el conocimiento de las secuelas por COVID-19 está en pañales.

Tal y como ocurrió hace varias décadas con las faringitis estreptocócicas, no se sabía que iban a causar problemas cardiacos futuros y hoy en día necesitan de una cirugía.

¿Qué vamos a encontrar en más de 50 años que no sabíamos que iba a hacer este virus? desde el punto de vista clínico no es conveniente minimizar a esta variante.

En México se ha observado esta última semana un crecimiento exponencial en el número de contagios por COVID-19 (la mayoría casos leves), el número de hospitalizados no se ha incrementado sustancialmente gracias a una adecuada cobertura de vacunación, sin embargo, aun hay poco más de 10 millones de personas sin vacuna, aunado a la velocidad de propagación de esta cuarta ola, inevitablemente se pondrá nuevamente en “estrés” al sistema de salud durante las próximas 3-4 semanas.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha recomendado “no ver a Ómicron como una simple gripa, aún hay muchas personas que no han recibido la vacunación completa y en aquellos con alguna comorbilidad puede llegar a ser grave o muy grave”.

“No debemos relajarnos en este momento debemos mantener todas las medidas de control y distanciamiento”. Desde el punto de vista de la salud pública minimizar a esta variante puede ser peligroso.

“Ayer héroes sin capa, hoy héroes sin chamba”, “me despidieron por WhatsApp en pleno inicio de esta nueva ola” fueron algunas de las consignas que se escucharon fuera de Palacio Nacional en la mañanera del 10 de enero por parte del personal de salud de diferentes instituciones.

El personal operativo del IMSS levanta la voz y dice: “estamos al full con toda la carga por esta nueva ola y teniendo que atender todo lo que se ha dejado de atender que no es COVID”, “el sentimiento que tenemos los médicos y enfermeras es de frustración”. Minimizar a esta variante sin la participación del personal operativo, puede ser una situación peligrosa.

Cuidémonos y mantengamos viva la llama de la esperanza.

JUAN MANUEL LIRA
MÉDICO Y ANALISTA EN TEMAS DE SALUD
@DOCLIRA1

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