COLUMNA INVITADA

El SAT va por nuevos objetivos

La meta de recaudación por ISR es de más de 2 billones de pesos y es un objetivo que luce distante

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

En días pasados se ha llevado a cabo el Foro de Negocios Expansión Summit 2021, un sitio en donde las grandes autoridades de comercio a nivel regional en conjunto con las personalidades más reconocidas de la Administración Pública pueden compartir puntos de vista acerca de los enfoques y resultados de las diversas políticas públicas en materia económica a nivel continental. Por supuesto, en medio de este análisis global, el caso nacional es de vital importancia dada su relevancia para el buen funcionamiento de la Administración Pública en cualquiera de sus niveles de acción.

En este sentido, el papel que habrá de tener el Sistema de Administración Tributaria será trascendental para recuperar un mayor porcentaje de dinero procedente de impuestos que no son recuperados y trasladados hacia las arcas de la federación. La meta es poder mejorar de manera sustancial la eficiencia y productividad del organismo tributario. No por que sea malo, sino para ser mejor.

Con tasas efectivas por el pago del ISR entre 1% y 2.5%, el Servicio de Administración Tributaria quiere atraer a los sectores informales al sector formal y desincentivar de esta manera, la creación de empresas conocidas como factureras.

Por otro lado, el miércoles 8 de septiembre se presentó el Paquete Económico 2022, que incluye la miscelánea fiscal, en la cual se plantea la creación del Régimen Simplificado de Confianza, que, entre otras cosas, ofrece como una ventaja, la aplicación de tasas impositivas mínimas, mismas que irán aplicándose de manera progresiva, de acuerdo con los ingresos del contribuyente. Por ejemplo, 1% para ingresos menores a los 300,000 pesos anuales y 2.5% para quienes tengan ingresos de 2.5 hasta 3.5 millones de pesos.

Ahora bien, la meta de recaudación por concepto del ISR por más de 2 billones de pesos es un objetivo que luce distante y muy complicado de conseguir bajo el contexto económico y social que el país enfrenta. Al respecto Raquel Buenrostro ha comentado que este plan no es de corto plazo, sino avizora un horizonte más amplio:

“El ejercicio que hicimos es para que el fisco en términos de recaudación quede tablas, ni pierde, ni gana con la actual base de contribuyentes, pero esperamos que dentro de 3 a 5 años el padrón crezca, se incorporen los informales”.

Y es que, de acuerdo con la opinión de la titular del Organismo Federal, el problema radica en que los contribuyentes no cuentan ni con las facilidades, ni el conocimiento necesario, para poder deducir de manera sustancial el monto total que podrían reportar al SAT. Por esta razón prefieren evadir al organismo público.

“Debes tener una maestría en fiscal para leer todas las leyes y aprovechar al máximo las deducciones. Hace unos meses sacamos tasas generales, y burdamente encontramos que los grandes contribuyentes son los que menores tasas de ISR sobre ingresos brutos pagan; es decir, mientras menos ingresos tienes, tú tasa es más alta. Si todos aplicarán las deducciones que permite la ley, los contribuyentes pagarían tasas de entre 1% y 2.5%, entonces dijimos, para qué lo hacemos tan complicado, que apliquen las tasas”.

En resumen, además de incorporar a los informales a la legalidad, con el nuevo régimen fiscal lo que se busca, es disuadir la existencia de las empresas que se dedican a vender facturas por prestación de servicios simulados, mejor conocidas como ‘factureras’ o empresas fantasmas y a la par establecer un sistema de recaudación fiscal más amigable para el usuario que decida poner en orden su situación.

De llevarse a cabo, la modernización de un sistema como este, los índices de recaudación en México podrían alcanzar niveles interesantes en su proporcionalidad y, sobre todo, en su productividad, comparados con la limitada historia que antecede a estos esfuerzos. El reto es hacer de México un Estado, en donde el cumplimiento de la ley en cualquiera de sus derivaciones no esté sujeta a ningún tipo de negociación o excepción.

POR LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES

PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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