DE LEYENDA

Seguir adelante

Su lema es: “Más que un club”, y el reto del club Barcelona es estar a la altura

OPINIÓN

·
Gustavo Meouchi / De Leyenda / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Fútbol Club Barcelona fue fundado en 1899, así que para 2004, año del debut de Leo Messi, no solo existía, sino que tenía ya una larga historia.

Dicen que la importancia de una persona se determina por el tamaño del hueco que deja al marcharse; y es verdad que la salida del argentino ha dejado un vacío enorme en el club. No nos es ajeno que los problemas venían desde antes, de hecho fueron los hoyos que esos problemas fueron creando en el entramado de la organización, lo que anticipó la salida del jugador. Queda entonces levantarse, reorganizarse y seguir adelante.

Hasta el momento hemos podido ver tres partidos en la era post-Messi, con la nueva alineación del Barça.

El amistoso por el Trofeo Joan Gamper, ante la Juventus de Turín,  juego que el Barça ganó 3 a 0 y cuyas emociones se difuminaron por las sensaciones que recién se sentían por la turbulenta salida de su ídolo, tras la crisis del club.

Una semana después, en la primera jornada de la temporada 2021-2022 de La Liga, el equipo logró otra victoria ante la Real Sociedad por 4 a 2. El partido estuvo controlado completamente los primeros 80 minutos, lo que dio espacio para que Braithwaite pudiera hacer un doblete, Piqué nos diera un gol que celebró besando el escudo, y el equipo luciera fuerte dentro del campo.

Me parece que lo luminoso de ese encuentro está en que los jugadores dieron más de sí mismos para compensar la ausencia de Leo y revaluaron el juego en equipo, lo que produjo un cambio de ritmo; las transiciones fueron más veloces, se entretuvo menos el balón en media cancha y los pases fueron más adelantados, contando con la velocidad de Braithwaite y las incorporaciones de Jordi Alba y Serginho Dest.

Y es que en el esquema anterior, el recuperar el balón, implicaba buscar sí o sí a Messi, lo que obligaba a un ritmo más pausado, para generar una formación favorable, desde la cual se pudiera iniciar la ofensiva. Porque es verdad que, durante más de una década, el trabajo de 10 jugadores era encontrar una forma de combinar con el decimoprimero.

También, durante este primer encuentro de liga, salieron a la luz las carencias defensivas, esas que han estado presentes desde hace más de un año y que se mostraron claramente en la segunda mitad del encuentro. La Real Sociedad anotó dos goles en tres minutos y eso pareció activar una sensación de alarma que llevó al entrenador holandés a cambiar la estrategia por una más defensiva. El cambio disgustó a parte de la afición, que lo interpretó como inseguridad y renuncia al estilo de juego cruyfista. El gol de Sergi Roberto en el minuto 92 aplacó esa sensación negativa y confirmó la victoria.

El empate a uno del sábado pasado ante el Athletic de Bilbao fue muy diferente, más sombras que luces de un Barça que parecía perdido en el campo de juego. Los vascos dominaron gran parte del encuentro, realizando una presión tan alta, que literalmente ahogaban las salidas culés y provocaban más de un susto en la portería de un Neto, tan nervioso, como los aficionados blaugranas. Se vio un Barça inoperante, lento y sin ideas al frente; intentando salir con balón controlado y cayendo con facilidad ante los delanteros rojiblancos, que recuperaban el balón siempre en cancha contraria.

Es cierto que Eric García probablemente no debió jugar, considerando la lamentable noticia que recibió minutos antes sobre la muerte de su abuelo; también que Piqué abusó de sus fuerzas y eso lo dejará fuera aparentemente más de un mes por una lesión muscular. Me parece que estas conductas obedecen a una necesidad, de todos, de demostrar y demostrarse que pueden superarlo y salir pronto adelante, aunque pienso que será un proceso más largo.

Es en esta clase de partidos donde se siente la ausencia del 10; ante una ofensiva contraria tan cerrada sí valía el “denle todos los balones a Leo”; porque teniéndola él, la tenencia de la pelota era segura, el equipo podía respirar, ordenarse, salir de su campo, e iniciar una ofensiva prometedora. Ahora nadie puede hacer eso; puede ser que de momento nadie quiera tener esa responsabilidad. Creo que en un futuro cercano esa tarea será de Pedri, el más joven de todos pero que, a su corta edad ha demostrado tener la calidad y sobre todo la calma para sacar al equipo de esos problemas. El punto es que él está agotado, la Eurocopa, los Juegos Olímpicos y la temporada pasada le han desgastado y necesita urgentemente tomar un respiro antes de continuar.

En este último partido, el Bilbao se fue adelante en el marcador luego de un cabezazo de Íñigo Martínez, haciendo justicia a lo que estaba pasado en la cancha; el Barcelona intentó reaccionar, más con corazón que con futbol, y minutos después obtuvo su recompensa, empatando el juego, con un soberbio gol de su flamante contratación, el neerlandés Memphis Depay, cuyo tiro fuerte y colocado venció al portero vasco, igualando los cartones.

Todavía el Barça tuvo opciones para ganar el partido, pero no lo logró, obteniendo un punto en su visita a San Mamés.
Me parece que la diferencia entre los dos encuentros está en la conexión del conjunto con los valores del club: esfuerzo, ambición, respeto y trabajo en equipo, sobre todo este último. Es hasta cierto punto normal que aún tengan mucho que trabajar y pulir, los cambios han sido rápidos y no han concluido. A unos días de que se cierre el mercado de verano siguen los rumores sobre contrataciones y ventas; Ansu Fati y otros jugadores están cerca de reincorporarse después de su rehabilitación.

Todo el equipo deberá ajustar su juego individual y colectivo a la nueva realidad y encontrar la forma de que, cuando extrañen a Messi, cuando les haga falta la magia del mejor, cada uno de los 11 jugadores blaugranas pueda sacar el coraje y la casta para darle vuelta a un mal partido.

POR GUSTAVO MEOUCHI
COLABORADOR
@Gus23258924

dza