COLUMNA INVITADA

Detrás de la pantalla

En esta pandemia, a pesar de que la desesperación es enorme, los mensajes buscando apoyo son escasos

OPINIÓN

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Laura Elena Gerdingh / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

He estado dando mis clases de maestría en línea.  Esto es realmente complicado para mi en muchos sentidos.  El mas sencillo es mi inhabilidad para utilizar la tecnología, el mas complejo es el no poder realmente conocer a mis alumnos y aprehender mas o menos quién es y cómo va cada uno de ellos.  Así me sorprendí este final de trimestre. 

Cada trimestre me doy el tiempo de darle a cada uno de mis alumnos una retroalimentación personal.  Me parece importante que ellos sepan qué impresión me fue dando su esfuerzo, su compromiso y los resultados de su trabajo. Me sorprendí mucho cuando tres de ellos me comentaron que tuvieron situaciones tan complicadas que estuvieron a punto de abandonar la materia, que es la última de su maestría y con el cual se titularían.  La situación de Covid trajo complicaciones a sus vidas que acabaron mermando su estado emocional. Angustia y depresión se apoderaron de la situación a tal punto que sintieron que no serían capaces de continuar y alcanzar su objetivo.  Afortunadamente ninguno desertó.  Me sorprendió por que nunca me había sucedido que tantos alumnos me dijeran esto. Siempre alguno la pasa mal por diversas circunstancias, pero tres nunca.  Esto vuelve a poner el dedo en la llaga.  El Covid, el encierro, la pandemia, las pérdidas en tantos ámbitos pero sobre todo de la economía, la salud, la seguridad y de seres queridos están causando estragos emocionales. 

Sin embargo, pertenezco aun grupo de psicoterapeutas que conscientes de la situación ofrecemos terapia a muy bajo costo, para que sea accesible a quienes lo necesitan.  A pesar de que la desesperación de la gente es enorme, los mensajes buscando apoyo son escasos.  Esto deja ver la gran necesidad de evadir del ser humano, aún en circunstancias tan dolorosas, o mas bien con mayor razón en circunstancias tan dolorosas.  Es que el principal objetivo de nuestro psiquismo es evitar que suframos y se defiende del dolor a capa y espada.  Una de sus formas favoritas de hacerlo es negando.  Haciendo como que no pasa eso que está afectando nuestra vida emocional. Lo borro y tengo al ilusión de que realmente desaparecerá… el único problema es que no lo hace y reaparece de mil y un formas.  Angustia, depresión temores y hasta enfermedades físicas.

A veces esto me desespera. Quisiera gritar a quienes niegan:  “No evadas por que  que, si no enfrentamos las dificultades, estas van a crecer.  En cambio  enfrentarlas, atravesarlas, llorar lo que tengamos que llorar, rabiar lo que tengamos que rabiar, temer lo que tengamos que temer, traerá bienestar a nuestras vidas. No tenemos de otra, las dificultades las enfrentas y las atraviesas o te atraviesan ellas a ti.  Si lo trabajas además podrás aprender de la experiencia y crecer y ser mas fuerte.   Por eso, de verdad me agobio cuando veo gente que la está pasando mal y no hace nada al respecto. Me parece triste que luego la pasan peor y siguen sin detenerse a reflexionar sobre cómo la están pasando y sobre qué van a hacer para estar mejor. Los veo irse como bola de nieve. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta estamparse contra una pared? Nos hemos vuelto tan poco observadores de nosotros mismos y estamos verdaderamente limitados a la hora de generar conciencia. Me pregunto: ¿Cuándo vas a mirar cómo estás detrás de la imagen que das?¿Cuándo te va a caer el veinte de que la estás pasando mal? ¿Cuándo vas a darte cuenta de que puedes hacer algo al respecto para estar mejor? ¿Cuándo vas a ser lo suficientemente valiente para pedir ayuda si la necesitas? ¿Cuándo te vas a querer lo suficiente para proveerte esa ayuda? “  Extracto del libro Cáncer escogiste a la cabrona equivocada.

POR LAURA ELENA GERDINGH
PSICOTERAPEUTA/ SPEAKER
@LGERDING

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