DESDE AFUERA

EU: asalto a la democracia

Para algunos amigos y quizá algún lector de esta columna, la idea del "cesarismo", de un gobierno autoritario en Estados Unidos, ha sido una preocupación recurrente, especialmente a partir de la candidatura de Donald Trump

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Para algunos amigos y quizá algún lector de esta columna, la idea del "cesarismo", de un gobierno autoritario en Estados Unidos, ha sido una preocupación recurrente, especialmente a partir de la candidatura de Donald Trump.

En el libro I Alone Can Fix It: Donald J. Trump’s Catastrophic Final Year (Sólo yo puedo arreglarlo; el catastrófico año final de Donald Trump), los periodistas Carol Leonnig y Philip Rucker, ganadores del premio Pulitzer en el diario The Washington Post, esa preocupación se ve fortalecida.

El principal mando militar de EU, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, se sentía tan preocupado, tras las elecciones de noviembre de 2019, que se vio obligado a planear con sus asistentes formas para evitar que el entonces presidente Donald Trump y sus aliados pudieran intentar un golpe de Estado o tomar otras medidas ilegales.

Según la descripción de Milley consignada en el libro, era  "un momento Reichstag", en referencia a la crisis que en febrero de 1933 llevó al poder a Adolfo Hitler, mediante declaratorias de emergencia nacional, suspensión de la Constitución y la prohibición de partidos políticos.

El libro estará a la venta el próximo domingo, pero algunas copias son enviadas para reseñas adelantadas y creación de interés.

Y sin duda ese trabajo, uno de más de una docena que han sido publicados o saldrán desde enero último, refleja la profundidad de la división política en Estados Unidos.

Visto bajo esa perspectiva, el motín del 6 de enero, que llevó al asalto del edificio del Capitolio por grupos de partidarios de Trump, luego de un mitin presidido por el propio mandatario, fue un intento de golpe de Estado, como señala el politólogo Bill Schneider.

"Los manifestantes tenían como objetivo evitar que el Congreso certificara legalmente la victoria electoral de Joe Biden y revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020. Fue un asalto a la democracia, incitado por el propio Trump, quien posteriormente fue acusado, pero no condenado, por un delito grave", señaló en una columna en el portal del periódico político The Hill.

El libro de Leonnig y Rucker describe cómo Milley y los otros jefes conjuntos discutieron un plan para renunciar, uno por uno, en lugar de cumplir las órdenes de un cada vez más errático y agitado Trump, que hubieran sido ilegales.

Para Schneider, ningún golpe en el mundo ha tenido éxito sin el apoyo tácito o activo de los militares y lo único que salvó a Estados Unidos fue la convicción de los mandos castrenses de que debían mantenerse al margen de la política.

Pero es tranquilizante y no.

La proliferación de milicias y grupos armados con ideas ultranacionalistas y de derecha, que buscan penetrar las Fuerzas Armadas de su país, abona lo que es ya un campo fértil para el autoritarismo y son reflejo del problema que parecen haber superado los estadounidenses, pero más bien parece parte del menú de posibilidades futuras. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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