COLUMNA INVITADA

Pantelhó, un nuevo tipo de autodefensas

En esta ocasión se alcanza a apreciar que su objetivo es salvaguardar la vida de su comunidad y su lengua original que se han visto amenazadas

OPINIÓN

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Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando la Comisionada para la paz en Aguililla, Michoacán aún no viaja al sitio donde el titular del ejecutivo federal la nombró responsable de resolver el problema de inseguridad sin recurrir a la violencia, valiéndose únicamente de los programas sociales y la construcción de un banco del Bienestar, surge en Chiapas un nuevo grupo de autodefensas identificado como “El Machete” del pueblo de Pantelhó.

Si bien el objetivo de este nuevo grupo es “expulsar a los sicarios, a los narcotraficantes y al crimen organizado” que han incursionado en su municipio y están relacionados con las autoridades municipales, su esencia no es como la de las autodefensas que operan en otras regiones del país, como Aguililla y otros municipios de Michoacán.

En esta ocasión se alcanza a apreciar que su objetivo es salvaguardar la vida de su comunidad y su lengua original que se han visto amenazadas por la llegada de gente ajena y nuevas formas de convivencia que han trastocado sus usos y costumbres, no solo en cuestiones políticas, sino de tipo comercial con nuevas mercancías y formas de operar, entre ellas algunas de carácter ilícito que evidentemente rompen con el status quo.

De igual manera refleja el abandono en que se encuentran comunidades y municipios enteros luego de que en 1994 fueron beneficiados con una serie de apoyos extraordinarios tras el surgimiento del EZLN, pero que hoy solo han significado votos para el gobierno federal y local en turno.

En términos generales podría decirse que es una llamada de atención para las autoridades federales y estatales para ser escuchados y atendidas sus demandas de justicia y paz que tanto pregona la autodenominada 4T.

Pero de ahí a que realmente vayan a enfrentar a los grupos del crimen organizado o a las propias autoridades federales, está muy lejos, en todo caso es un mecanismo de defensa mediática más que real, emulando a lo que en su momento realizó el EZLN, con una serie de comunicados e intercambios epistolares que terminaron en una mesa de negociación, en la que participó un Comisionado para la paz, me refiero a Manuel Camacho Solís.

De hecho el comunicado firmado por el grupo “El Machete” bajo la figura de Autodefensa para la Vida de Pantelhó (ADEVIPA) guarda cierta similitud con los emitidos en su momento por el autodenominado EZLN y el subcomandante “Marcos”, sobre todo en su formato, sin embargo presenta varios errores de ortografía y sintaxis, lo que denota que quienes lo encabezan no tienen la formación académica suficiente como en su momento sí la tuvieron los dirigentes e ideólogos del grupo zapatista.

Por más que porten armas de grueso calibre, la forma en que se presentaron y uno de sus integrantes dio lectura a su comunicado, evidencia que es un grupo que se inclina más por la lucha política y de defensa de los pueblos indígenas que por la violencia criminal como sucede en otras entidades como Michoacán, Guerrero, Veracruz y Estado de México.

Quizá la amenaza para la seguridad pública del país y del estado de Chiapas en este momento sea el robo de las armas que se registró en la comunidad de Crucero de Majomut del municipio de Chenalhó, un tanto distante de Pantelhó, lo demás es político.

Tomando en cuenta lo sucedido en 1994 cuando en los primeros días murieron milicianos portando rifles de madera en manos del Ejército, lo más sensato para recuperar las armas “robadas” y desactivar el grupo de autodefensas “El Machete”, sería el diálogo y los programas sociales, más que el numeroso convoy de la Guardia Nacional y del Ejército, desplegado sin éxito en días pasados, ya que eso solo incrementa el riesgo de un enfrentamiento con los tzotziles y tzeltales que seguramente forman parte de dicho grupo.

Esa demostración de fuerza y eventual reacción se requiere en Michoacán, Guerrero, Tamaulipas y otras entidades donde la violencia es el pan de cada día, pero hacia allá los camiones, helicópteros y aviones van llenos de abrazos y no de balazos. Esos abrazos, programas sociales y hasta Comisionados hacen falta pero en Chenalhó y Pantelhó, Chiapas, ojalá los enviaran pronto.

POR FACUNDO ROSAS.
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL

MAAZ