Cuesta demasiado trabajo comprender la razón del empeño del gobierno en el retroceso. ¿Por qué insisten en la retórica y pensamiento ya superado por todo el mundo sobre las energías limpias? ¿Por qué insistir en una confrontación con Estados Unidos, quien con su nueva administración está abiertamente a favor de ellas? No encuentro otra razón que la búsqueda de más control político y asemejarnos mas a Venezuela. Defender esta iniciativa; es simplemente defender lo indefendible.
Su retrógrada e inconstitucional iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, intenta detener nuestra transición energética, así de simple. Habría que explicarle a esta administración, que esa transición no es exclusiva de México; todo el mundo va hacia allá. ¿Por qué insistir en el pasado? Defender esta iniciativa, es tan obsoleto, como regresar a la máquina de vapor como medio de transporte.
Esta iniciativa pretende anular los mecanismos que impulsan la transición a energías limpias en México. ¿La razón? La desconocemos; ya que es un hecho notorio que las energías limpias de nueva generación son mucho mas baratas, y desde luego los beneficios ambientales son enormes, “ganar-ganar”, su antagonismo es donde se insiste en la estupidez. Entiendo que su horizonte de pensamiento no vaya más allá de 2024, lo que no se entiende es la miopía que les impide observar lo obscuro del futuro financiero de la CFE, y desde luego su competitividad. Institución que encabeza la batalla frente a lo irremediable; el cambio. Sin embargo, si dejamos lo anterior por un momento y nos concentramos en el aspecto legal; esta iniciativa es inconstitucional y contraria al derecho convencional internacional, así de simple.
El artículo 4 de la Constitución reconoce y obliga al Estado a proteger el derecho de los mexicanos a vivir en un medio ambiente sano para su desarrollo, entre otros derechos que vulnera, como la libertad de comercio, la sustentabilidad, la competencia económica. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se pronunció sobre este tema en la resolución 89/2020, donde declaró inconstitucionales las disposiciones de SENER de hace unos meses, mismo contenido que encontramos en la iniciativa en comento.
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Esta iniciativa además de ser inconstitucional también va contra de dispuesto en tratados internacionales, especialmente con el T-MEC, por lo que su aprobación e implementación, generará controversias legales y sanciones por parte de EU y Canadá, que a su vez producirán necesariamente penalizaciones e indemnizaciones. Bajo los parámetros de la reforma, México no podrá competir con nuestros socios comerciales bajo este marco regulatorio; en términos comerciales es un suicidio lo que se busca con la iniciativa.
Esta iniciativa esta basada exclusivamente en retórica y demagogia, no tiene sustento que indique los beneficios económicos o ambientales de la misma; simplemente porque no los hay. Insisten en defender un concepto arcaico; aún cuando ese concepto vaya en contra de la “realidad” que tanto les molesta.
POR JOSÉ LAFONTAINE JAMUI
ABOGADO
@JOSE_LAFONTAINE
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